Cuando comenzamos en el gimnasio todos queremos obtener los mejores resultados en el menor tiempo posible. Mantener una alimentación sana y equilibrada que nos lleve a buen puerto es el objetivo de la mayoría de los que trabajamos nuestro cuerpo. Esta actitud se traduce en los principiantes en una obsesión por los alimentos que puede ser muy perjudicial y empeorar el desarrollo de las rutinas y los resultados que vayamos a obtener de las mismas.
Es cierto que a la hora de mantener una vida sana debemos tener en cuenta lo que comemos, y más cuando entrenamos nuestro cuerpo en el gimnasio, ya que necesitaremos una ayuda extra para poder afrontar las rutinas que se nos presentan. Es cierto que debemos guardar una serie de rutinas también al comer, pero nunca debemos obsesionarnos, ya que esto puede ser un inconveniente a la hora de progresar.
Hidratos de carbono
Esta obsesión alimenticia que surge en los primeros meses del gimnasio va ligada muchas veces a las ganas que tenemos por cambiar radicalmente nuestra imagen. Estas ansias pueden llevarnos a cometer muchos errores alimenticios que nos pasarán factura a la hora de conseguir buenos resultados a la hora de entrenar. Uno de estos fallos tiene que ver mucho con los hidratos de carbono, y es que en la mayoría de los casos se reduce su ingesta, restando así energía rápida, por lo que en muchos casos no tendremos fuerzas para llevar a cabo la rutina que estamos realizando.
Para evitar quedarnos sin energía es necesario que no prescindamos de los hidratos de carbono, sino que lo único que debemos cuidar es la fuente de donde los obtendremos, y es que debemos echar mano de cereales integrales que nos ofrecerán hidratos complejos que aprovecharemos a lo largo de la jornada con lo que tendremos las pilas cargadas por más tiempo evitando la acumulación de estos en forma de grasa.
La proteínas
Las proteínas es una asignatura pendiente para muchos que comienzan en esto, ya que se supone que para desarrollarnos bien es necesario consumir grandes cantidades. Pero como siempre hemos dicho, el organismo tiene un tope, por ello es necesario que no nos alimentemos solo de proteínas cuando queremos desarrollar nuestros músculos. Es cierto que al forzarlos es necesario consumir más cantidades de lo normal, pero sin pasarnos, ya que podemos hacernos daño en órganos como el hígado o los riñones, pues es donde se procesan las proteínas.
Frutas y verduras
Los vegetales y las frutas son otro punto a tener en cuenta, y es que hay que saber diferenciar entre ellos, ya que los vegetales los podemos consumir a lo largo de toda la jornada y las frutas son más recomendables por la mañana, ya que nos aportan grandes cantidades de azúcares que se convierten en hidratos de carbono que debemos quemar a través del ejercicio para que no se acumulen en forma de grasa.
Los dulces
En cuanto a los dulces es mejor consumirlos esporádicamente. Nunca debemos obsesionarnos en exceso y no comerlos nunca, ya que al prescindir de ellos el organismo los demandará. Darnos un capricho una vez a la semana no nos afectará en absoluto en la dieta y nos ayudará a mantenernos más contentos y bien alimentados. Nunca debemos obsesionarnos, ya que esto nos llevará a cometer locuras. Es necesario que sigamos un proceso y que poco a poco moldeemos el cuerpo a nuestro antojo, y nunca de repente.
Imagen | Jeremy Brooks