La enfermedad renal crónica es una enfermedad que afecta a una gran cantidad de personas cuya causa es, sobre todo, la pérdida de funcionalidad de las nefronas, que son las células de los riñones. Además, la mayoría de los pacientes con enfermedad renal crónica tienen riesgo de enfermedad cardiovascular acelerada y muerte.
Lo cierto es que, aunque la genética tiene un papel en el inicio de esta enfermedad tan difícil de llevar, el papel más importante lo tenemos nosotros, por lo que en este artículo os vamos a comentar ocho hábitos para cuidar tus riñones sin que te des cuenta.
Reduce tu ingesta de sal
La sal, que es cloruro sódico, son dos minerales muy importantes para la salud y que sin ellos, directamente, la vida sería imposible. Ahora bien, que sea esencial para la vida no significa que tengamos barra libre y podamos consumir la que queramos, pues un exceso de sal puede provocarnos un aumento de la presión arterial y daño en los riñones.
Por esta razón, una buena alternativa si en tu dieta hay mucha sal, es sustituirla por especias. Las hierbas y especias tienen la misma finalidad de la sal, que es la de aumentar y potenciar el sabor de los alimentos. Además, a diferencia de la sal, las especias tienen fitonutrientes beneficiosos para la salud.
Basa tu alimentación en alimentos vegetales
Los alimentos vegetales, a diferencia de los alimentos animales, están cargados de vitaminas, minerales, fibra, fitonutrientes y demás sustancias que tienen un impacto positivo sobre nuestra salud y la de los riñones.
Además, un alto consumo de alimentos vegetales hace que nuestro organismo sea capaz de controlar mejor la subidas y bajadas de azúcar en sangre, algo que es fundamental para una buena salud renal. Esto es así porque unos niveles elevados en sangre, al igual que con el sodio, aumenta la presión arterial y perjudica gravemente nuestros riñones.
Intenta freír lo mínimo posible
Realmente se ha demonizado mucho la fritura, y no hay problema si, sobre todo, el alimento se ha freído en aceite de oliva virgen extra. El problema viene cuando gran parte de nuestra alimentación se basa en frituras, ya que las calorías ingeridas a lo largo del día aumentan y el porcentaje de grasa también lo hace. Este aumento del porcentaje graso puede tener un papel importante en el aumento de la presión arterial y en el daño renal.
Consumir alimentos sin salsas
Las salsas son portadores de una gran cantidad de grasas, azúcares y sal, y ya hemos comentado que tienen un papel importante en el daño renal. Una recomendación que hacemos desde Vitónica en caso de querer hacer uso de salsas, es utilizar aquellas que son cero o caseras. Aunque tienen un poco de sal, la cantidad de grasas y azúcares es muy baja.
Mayor preferencia por alimentos integrales que por refinados
Antes comentábamos que era muy saludable incluir alimentos vegetales en lugar de animales. Aun así, los alimentos vegetales suelen venir refinados y se les ha quitado toda la fibra.
Por ello, si vas a comprar alimentos como el arroz, pasta, pan, mucho mejor que sea integral. Cuando refinan el alimento, este suele perder la gran parte de sus minerales, vitaminas y demás nutrientes que tienen un impacto saludable en nuestro organismo y riñones. Además, tal y como comentábamos antes, la fibra es un gran regulador del azúcar sanguíneo.
Sustituye los zumos por frutas enteras
Cuando empleas una fruta para hacer un zumo, realmente lo que estás haciendo es refinar la fruta para obtener únicamente el agua de la fruta, el azúcar y algunas vitaminas y minerales. Esto puede ser problemático porque el azúcar es absorbido muy rápidamente y, si no tenemos buena tolerancia a la glucosa, puede provocar un aumento de la presión arterial a largo plazo.
Haz ejercicio físico
El ejercicio físico es sin duda una obligación en cualquier persona, sobre todo el ejercicio de alta intensidad. Cualquier tipo de actividad física puede ayudar a la salud de nuestros riñones (andar, bicicleta, natación, pesas, y un largo etc.).
Pero es indiscutible que el ejercicio físico de alta intensidad es clave ya no solo para nuestra salud renal, sino para nuestra salud general. El ejercicio de alta intensidad emplea sobre todo el azúcar que tenemos en sangre, excreta una gran cantidad de sodio y, muy importante, nos hace más tolerantes al azúcar que ingerimos que, en lugar de mantenerse en sangre aumentando la presión arterial, se almacena dentro de nuestra células para la próxima vez que hagamos ejercicio.
Duerme las horas necesarias
Dormir es fundamental para una buena salud. Se ha observado que las personas que no duermen correctamente o tienen cronodisrupción, tienen una mayor probabilidad de padecer enfermedades crónicas, como la enfermedad renal crónica. Por ello, valora tanto tu descanso nocturno como la alimentación o el ejercicio físico.
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