Piragüismo: brazos y tronco fuertes

El piragüismo es un deporte muy completo que ofrece beneficios de fuerza y cardiorrespiratorios inimitables. Con la que está cayendo en media España, no son las fechas más recomendables para realizarlo, pero con un día sin viento, se puede practicar sin demasiadas molestias.

Los deportes de agua tienen una virtud en la que a veces no se repara: el gasto calórico en su desarrollo es altísimo (se comprueba fácilmente por el hambre que genera nada más terminar de practicarlos, ya puede ser el surf o bañarse en el mar). Veamos los aspectos relacionados con la fuerza del tren superior.

  • El primer inconveniente que debe vencer el piragüista es el equilibrio, con lo que los estabilizadores de tronco (músculos paravertebrales, ambos dorsales anchos, lumbares y abdominales, a parte de indirectamente los músculos de las piernas) van a estar en continuo funcionamiento.

  • En la palada, el piragüista debe transmitir la máxima fuerza a la embarcación con el mayor ahorro de energía posible, con lo que se realizarán movimientos multiarticulares de gran intensidad y largo recorrido, activando la musculatura de los brazos y la espalda.

  • La simetría del movimiento es vital para evitar lesiones, por lo que debemos ser especialmente cuidadosos con la técnica.

  • En cuanto a la seguridad: el palista debe dominar a la perfección la natación, no se debe salir al agua sólo (siempre puede surgir alguna emergencia) y debemos llevar siempre chalecos salvavidas.

Vía | Deportelandia Imágen | Flickr (Luiginter)

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