Seguramente todos habéis escuchado hablar de la línea marcada que tiene Emily Ratajkowski en los abdominales. Tan de moda está que se le ha puesto un nombre - ab crack- y se ha convertido en la tendencia que muchas personas quieren imitar.
Sin embargo, no parece tan buena idea ejercitarnos y forzar nuestros abdominales con el fin de obtener esta hendidura en nuestro cuerpo. Hace unos años os contábamos que conseguir este "Ab crack"se había convertido en un reto viral y los peligros que esto podía traernos.
El riesgo de forzar la diástasis abdominal
La realidad es que hay personas que de forma natural y por genética tienen una hendidura vertical que se puede ver a simple vista en la línea alba. El problema es cuando forzamos los músculos con entrenamientos demasiado duros, de manera que intentemos conseguir esta línea o que busquemos hacerla todavía más marcada.
Cuando esto ocurre lo que conseguimos es que nuestros abdominales, que es una estructura relativamente cerrada, se separen, dividiendo el recto abdominal izquierdo del derecho, debilitando la línea alba y generando una diástasis abdominal.
Esta diástasis puede darse, como decimos, de manera natural por factores genéticos, también puede ocurrir durante el embarazo ya que el abdomen crece de manera muy importante y padece mucha tensión o por envejecimiento. La buena noticia, es que se puede minimizar esta diástasis realizando ejercicios físicos concretos o por cirugía. En cualquier caso, necesitaríamos acudir al médico para que nos indique nuestro tratamiento adecuado.
Los peligros de forzar la diástais abdominal
Lo que parece no tener ningún sentido es querer forzar esta diástasis, ya sea para conseguir una que no tienes, o para hacer más amplia y marcada la que tienes por genética.
Para empezar, puede acabar degenerando en una o varias hernias. No solo eso, sino que, debido al esfuerzo realizado y a la separación del recto abdominal, se puede debilitar nuestra musculatura alrededor de la zona provocando que a la larga tengamos problemas de incontinencia urinaria o dificultades a la hora de eliminar desechos orgánicos por incapacidad de realizar fuerza.
Además, si de manera anterior a un embarazo, ya tenemos una diástasis abdominal muy marcada, el riesgo de degenerar en una hernia es importante.
En definitiva, aunque Emily lo tenga - ya sea de forma natural o porque entrena para marcarlo mal - no es buena idea que nosotros también busquemos tenerlo. Primero porque igual nunca lo conseguimos y, segundo, porque en el intento podemos acabar dañando nuestro cuerpo.
Imágenes | Gtres
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