Cuando nos decidimos a adelgazar y trazamos nuestro plan de ataque con ejercicio y alimentación, solo nos queda una cosa más: comprobar que lo que estamos haciendo funciona. Ahí es donde entra en juego la báscula, para controlar el peso semanalmente.
Al principio puede que los restulados del peso sean un poco ambiguos y no muy a tener en cuenta, pero, a largo plazo nos servirá como feedback para ver si lo que estamos haciendo con la alimentación y el ejercicio da resultado.
No estamos hablando de pesarnos a diario, esto puede volvernos locos, pero sí hablamos de pesarnos semanalmente, el mismo día de la semana y en las mismas condiciones. Yo siempre aconsejo pesarse el sábado por la mañana a primera hora después de ir al baño.
A principio el peso nos servirá para animarnos y ver que estamos consiguiendo objetivos a corto plazo. Por ejemplo, adelgazar 0,5 kg cada semana. Más a largo plazo nos dará una idea de cómo tenemos que ir cambiando la alimentación o el ejercicio para seguir perdiendo.
Normalmente pesarse se ve como un suplicio y una prueba de fuego cuando queremos perder peso, pero piensa que la báscula es de gran ayuda y con ella iremos corrigiando hábitos semana tras semana para seguir perdiendo.
Puede que una semana, sin cambiar mucho la alimentación, hagas un tipo de ejercicio y no de mucho resultado. O puede que cambies de rutina de entrenamiento y esa semana la báscula refleje los resultados y sepas cómo ir adaptando el entrenamiento.
Llevar un control periódico del peso es importante, nos dará información de si estamos haciendo las cosas bien y nos servirá para detectar errores.
Imagen | Alancleaver_2000
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 3 Comentarios