El efecto placebo es uno de los fenómenos más investigados en psicología y es la base en la que se fundamentan numerosas terapias y medicinas alternativas o la homeopatía. Sin embargo, muchos de nosotros todavía no tenemos claro cómo funciona, cómo de intenso puede ser su efecto en nosotros o, incluso, cuáles son los factores que influyen. Entre otras cosas, no solo el medicamento que estamos tomando, sino también quién nos lo da y cómo nos trata.
Qué es el efecto placebo
Algunos de nosotros podemos creer que el placebo consiste en que, ante la aplicación de tratamientos inocuos, las personas creemos que funcionan y por ello nos sentimos mejor. La idea es esa, pero la realidad es que en el efecto placebo se ponen en marcha más elementos que las simples creencias. Entre otras cosas, las hormonas juegan un papel muy importante.
Entre otras cosas, cuando una persona está ante el efecto placebo, se ve estimulada nuestra corteza frontal, además de la sustancia gris y la amígdala que activan la liberación de dopamina y serotonina. Esto favorece que la persona afectada se sienta más relajada y que su cerebro reciba una señal de recompensa. De esta manera, nos sentimos mejor y refuerza la idea de que el tratamiento, aunque inocuo, de verdad está funcionando.
Es importante tener claro que los medicamentos, para poder ser aprobados y considerados útiles, tienen que demostrar una mayor eficacia que la del simple placebo. Algo que los tratamientos alternativos o la homeopatía no consiguen demostrar. Por otro lado, algunos medicamentos que sí son efectivos más allá del efecto placebo, pueden mostrar una efectividad más rápida por causa del efecto placebo. Es decir, medicamento que tardan unos días en ser efectivos pueden hacer sentir mejor a la persona nada más empezar a tomarlos por la influencia del efecto placebo.
El riesgo aparece cuando este efecto se utiliza para lucrarse con tratamientos que no tienen ningún tipo de beneficio - más allá del placebo - y cuya eficacia no ha sido comprobada.
La influencia de la persona que nos da la medicina
En el efecto placebo parece que no solo influye el tratamiento que tomamos o nuestras propias creencias individuales, sino también la persona que nos ofrece la medicina. Algunas investigaciones han encontrado que, ante un médico simpático, agradable y atento, los pacientes sienten un mayor efecto en los tratamientos.
Para llevar a cabo estos estudios, se ha contado con pacientes con alergias. Estos pacientes suelen ser pinchados con histaminas - procedimiento habitual en los test de alergias -. En algunos casos, a los pacientes se les ofrecía una pomada inocua, pero que ellos creían que era antihistamínica. En otros casos, simplemente, el doctor los examinaba sin darles ningún tratamiento.
Los resultados, en ambos casos, encuentran que los pacientes sienten menos picor cuando el doctor es atento, les explica bien las cosas, les dedica tiempo y se muestra simpático con ellos. En el caso de la pomada, sentían que esta era más efectiva. E, incluso, en el caso de los pacientes que no recibían ningún tratamiento, sentían que el picor que estaban sufriendo era menos molesto cuando su doctor era amable con ellos.
La realidad es que el que nuestro doctor sea simpático o no, no va a conseguir que el medicamento que tomemos nos cure mejor o peor. Sin embargo, se trata de un descubrimiento interesante, porque sí puede conseguir que nosotros nos sintamos mejor e, incluso, podría influir en la adherencia de los pacientes a los tratamientos. En algunos casos, los tratamientos médicos pierden efectividad porque los pacientes no entienden del todo bien cómo tienen que tomar la medicación, porque se les olvida o porque no lo hacen de manera continuada o correcta - respetando horas, etc. -.
Que nuestro doctor sea simpático y haga que el efecto placebo sea todavía más efectivo, puede ayudar a que las personas sientan más rápido que los medicamentos están funcionando, presten más atención a las indicaciones, y presenten más adherencia al tratamiento lo que puede influir en la efectividad del mismo.
Sin embargo, el lado negativo de este descubrimiento es que, aquellas personas que tienen la intención de lucrarse con tratamientos sin efectividad comprobada, homeopatía o pseudoterapias, pueden ser mucho más efectivos si se muestran simpáticos y atentos, volviéndonos más vulnerables al efecto placebo y a el engaño.
Imágenes | Unsplash
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 0 Comentario