Cuando buscamos perder grasa corporal a toda costa, son muchas las estrategias que se nos pasan por la cabeza, como realizar ayunos largos (no los recomendamosz a diferencia de los ayunos intermitentes), consumir batidos que pueden llegar a resultar hasta peligrosos para la salud o realizar exposiciones al frío.
Para realizar exposiciones al frío, normalmente lo que se suele hacer es exponer el cuerpo a condiciones frías (generalmente en forma de inmersión en agua, ya que el agua facilita la transferencia de calor eficientemente) para obtener una larga lista de otros beneficios extremadamente especulativos.
Qué efectos tiene el frío
Uno de los supuestos resultados discutidos con más frecuencia es el aumento del gasto de energía y la oxidación de grasas, lo que ha provocado que algunas personas sugieran que la exposición frecuente al frío es una forma efectiva de facilitar la pérdida de grasa.
La idea es que la exposición al frío aumentará de forma aguda la actividad del sistema nervioso simpático, los escalofríos y la activación del tejido adiposo marrón (un tipo de tejido adiposo que tiene como principal función la de generar calor, por lo que a mayor actividad, mayor quema de grasa).
La activación del sistema nervioso simpático aumenta el gasto de energía y la oxidación de grasas, y los escalofríos aumentan el gasto de energía a través del aumento de la actividad muscular.
En un principio se pensaba que los adultos tenían muy poco tejido adiposo marrón y que no intervenía mucho, pero un estudio (estudio) ha observado que las personas adultas tienen más tejido adiposo marrón y que este tejido es estimulado por la exposición al frío.
Tras la estimulación, las células adiposas marrones aumentan su tasa metabólica con el fin de generar calor. Por lo tanto, el gasto de energía y la oxidación de grasas aumentan de forma aguda debido a estos impactos en el sistema nervioso simpático, los escalofríos y la activación del tejido adiposo marrón.
Qué dice la evidencia científica
En un estudio (estudio) se observó que la cantidad de calorías que se gastaban durante una inmersión en agua fría, pese a los efectos que tiene el frío en nuestro organismo, es de apenas 11 kcal por hora, lo que significaría que a lo largo de un día de inmersón en frío se gastarían solo 250 kcal (peligroso y sin sentido).
Además de la baja cantidad de calorías que se queman durante las inmersiones en agua fría, hay varios riesgos. Entre estos, nos encontramos con el más significativo, que es la hipotermia.
En ciertos individuos con factores de riesgo preexistentes, puede provocar una arritmia y un paro cardíaco. Sin embargo, para que se produzcan arritmias mortales, son necesarios factores predisponentes como la enfermedad de las arterias coronarias o la hipertrofia miocárdica.
Conclusiones
Siempre debemos ser escépticos de las intervenciones de la "ciencia" que están impulsadas por mecanismos, anécdotas o intuición. Hay que recordar que no todo lo que es fascinante es se puede emplear de manera práctica, y no todo lo que se puede poner en práctica es fascinante.
Por tanto, como siempre comentamos en Vitónica, lo mejor es siempre acudir a un profesional de la nutrición y el ejercicio físico para que os ayude con vuestro plan de alimentación y rutina totalmente individualizada.
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