Hace tan solo unos días que hemos pasado la cena de Nochebuena, la comida de Navidad y todo lo que se alargara después. Todavía estamos intentando recuperarnos de todo lo que comimos - y bebimos - esos días y, sin embargo, ya tenemos un ojo puesto en la próxima cena y posterior fiesta de Nochevieja.
Y es que sin en Navidad tenemos riesgo de excedernos con el alcohol, en Nochevieja el riesgo es mayor por tratarse de una noche en la que se tiende a salir después de las fiestas. Lo malo viene al día siguiente cuando nos tenemos que levantar para comer con la familia o los amigos y la resaca no nos deja demasiadas ganas de hacerlo. Sin embargo, con estos siete trucos será más fácil evitar la casi asegurada resaca de Nochevieja.
La importancia de beber agua
Una de las recomendaciones que se hace más habitualmente en relación al consumo de alcohol es que intercalemos las bebidas alcohólicas con agua. El consejo no solo es tremendamente acertado, sino que es casi imprescindible que lo sigamos si nos queremos evitar una resaca. El primer motivo es que, intercalando con agua, conseguiremos consumir menos alcohol del que consumiríamos si no lo hiciéramos.
Además, las bebidas alcohólicas son diuréticas, lo que nos lleva a orinar mucho más a menudo de lo normal. Esto facilita que nos deshidratemos lo que empeora algunos de los síntomas de la resaca como el dolor de cabeza o la sed. Beber agua entre bebidas nos ayudará a mantenernos bien hidratados y a reducir el riesgo de sufrir resaca.
Evita los cócteles azucarados
Este tipo de cócteles son muy tentadores por sus llamativos colores, pero sobre todo porque se beben muy fácilmente y saben muy bien. Esto se debe a las grandes cantidades de azúcar que suelen contener. Sin embargo, la realidad es que también suelen llevar tipos de alcohol con graduaciones muy altas como el ron, vodka, tequilas o ginebras.
Uno de los problemas que conllevan estos cócteles es que, al tomarse con tanta facilidad casi parece que no estamos haciendo un alto consumo de alcohol cuando la realidad es que sí. Además, la gran cantidad de azúcar que contiene, combinada con el alcohol, hace que los síntomas de la resaca empeoren todavía más promoviendo el maletas estomacal o la irritabilidad.
Las bebidas con pocos congéneres
El etanol es uno de los componentes más conocidos de las bebidas alcohólicas. Lo que no es tan conocido es que, cuando es fermentado por el alcohol, aparecen otras sustancias como el metanol o la acetona. Estas sustancias son conocidas como congéneres y tienen parte de culpa es cómo nos sienta el alcohol.
Y es que estas sustancias son tóxicas y acentúan y empeoran las resacas. La manera sencilla para saber qué bebidas tienen más congéneres es fijarnos en el color de las bebidas. Como norma, las bebidas alcohólicas que más congéneres tienen son las más oscuras. Por ello, si queremos evitar una gran resaca es mejor no consumir vino tinto, ron, whisky o coñac, entre otros.
Si mezclas, que no sea con bebidas energéticas
Desde hace ya unos años a esta parte, la mezcla de bebidas alcohólicas con bebidas energéticas se ha puesto cada vez más de moda. Para algunas personas esto supone una ayuda para aguantar la noche despierto y cansándose menos. Es muy probable que, efectivamente, nos ayuden a aguantar mejor la fiesta. El problema es que también atraen a la resaca a nuestras vidas.
Uno de los motivos es que se juntan una sustancia que es depresora del sistema nervioso con otra que es estimulante. Esto puede provocar que después nuestro cuerpo sienta un agotamiento excesivo. Además, el conseguir alargar la noche de fiesta gracias al consumo de bebidas estimulantes hará que bebamos más y las consecuencias sean peores.
Descansar bien es clave
La verdad es que en Nochevieja es más que probable que no durmamos demasiado. Sin embargo, salirnos de nuestro patrón de sueño habitual puede afectar a la resaca que sintamos al día siguiente. Aunque dormir poco no vaya a ser la desencadenante de la resaca sí que empeorará los síntomas que ya tenemos. Es importante que descansemos bien y que volvamos a nuestro patrón de sueño habitual lo antes que podamos.
Hacer un buen desayuno nutritivo
El consumo de alcohol no solo nos deshidrata, sino que hacer que nuestros niveles de glucosa se vean alterados. La mañana siguiente del consumo excesivo de alcohol los niveles de azúcar en sangre son muy bajos y necesitan recuperarse para que comencemos a encontrarnos mejor.
Para ello, el desayuno es un buen primer paso. Este debe ser lo más saludable que podamos y lleno de nutrientes. Para ello, lo mejor es evitar alimentos que contengan azúcar y pasarnos a desayunos que lleven plátano, tomate, huevos o incluso atún.
Beber poco o no beber en absoluto
Es el último consejo, pero en realidad es también el más útil e importante. Si no queremos tener resaca al día siguiente la mejor opción que tenemos es no beber nada de alcohol o al menos moderar la cantidad que consumimos. Sabemos que, debido a la cultura del alcohol que rodea a esta fiesta resulta muy difícil, pero no es imposible y al día siguiente lo agradeceremos.
Este artículo fue originalmente publicado por Iria Reguera en diciembre de 2018 y ha sido revisado para su republicación.
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