Envejecer no solo es inevitable, sino que es extremadamente deseable. Implica que estamos vivos y que hemos ido cumpliendo años. Lo ideal, eso sí, es hacerlo de la manera más saludable y que tengamos un envejecimiento activo. Así como que vayamos envejeciendo en base a nuestra edad - o incluso manteniéndonos más jóvenes de lo que nuestros años indican - y no sufriendo un envejecimiento prematuro.
En este sentido, igual que hay hábitos que pueden ayudarnos a mantenernos más jóvenes, y envejecer de manera más saludable, también hay otros que nos harán envejecer prematuramente y no es lo que queremos. Conocer cuáles son estos hábitos nos permitirá reconocerlos y saber cómo ponerles remedio.
La vida sedentaria
Tener un estilo de vida sedentario y pasar mucho tiempo sentado acelera de manera importante el envejecimiento. Las personas que tienen poca actividad física presentan menos telómeros - regiones del ADN altamente relacionadas con el envejecimiento - que quienes hacen algo de actividad física.
Para muchas personas, como aquellos de nosotros que teletrabajamos o tenemos un trabajo de oficina que nos obliga a estar sentados ocho horas, es difícil evitar pasar mucho tiempo en la silla y parados. Pero hay algunas cosas que podemos hacer como levantarnos de vez en cuando mientras trabajamos, hacer deporte, ir caminando al trabajo si la distancia es accesible, realizar ejercicios con el mobiliario o, incluso, tener una mascota que nos ayude a salir de casa y movernos más.
No descansar lo suficiente o dormir poco
El número de horas que dormimos y la calidad de nuestro sueño es mucho más importante de lo que a veces creemos. No solo parece que podría estar relacionado - todavía no está absolutamente confirmado pero algunas investigaciones señalan esta posibilidad - con el aumento del riesgo de padecer Alzheimer debido a un aumento de la liberación de proteína tau, sino que podría provocar que el cerebro eliminara neuronas y conexiones sinápticas.
Investigadores como Matthew Walker encuentran que, envejecer afecta a la calidad de nuestro sueño, pero que dormir mal también afecta al envejecimiento acelerándolo. Evitar los dispositivos electrónicos un rato antes de irnos a dormir, realizar deporte de manera habitual - aunque no inmediatamente antes de irnos a dormir -, mantener un ambiente adecuado que incentive el sueño, etc., puede ayudarnos a mejorar y aumentar las horas que dormimos.
Fumar
Consumir tabaco es uno de los hábitos más nocivos que podemos encontrar y uno de los que más se repite cuando hablamos de cosas que deberíamos cambiar para estar más saludables y este caso no es diferente. Las investigaciones encuentran que el consumo de tabaco está relacionado con los patrones de metilación del ADN en dos genomas concretos y esto estaría directamente relacionado con el envejecimiento.
Esto por no hablar de cómo afecta a nuestra piel, haciendo que tenga un aspecto más envejecido, decoloración, irritación en los ojos y en la piel y un largo etc., que puede hacer que parezcamos más mayores de lo que somos.
No proteger de manera adecuada la piel
Efectivamente, el aspecto de la piel influye enormemente en nuestro envejecimiento o, al menos, en la percepción que tenemos y tienen los demás de nuestra edad. Por ello, protegerla de elementos externos, como el sol, es extremadamente importante.
Para ello podemos (y deberíamos) usar protector solar tanto en verano como en invierno, hidratarnos bien, utilizar protectores especiales para la cara y los labios, limpiar y exfoliar bien.
Tener una alimentación poco saludable
Si hay algo que sabemos es que mantener una alimentación saludable nos ayuda a envejecer de manera más sana. Pero es que comer de manera poco sana puede afectar seriamente a nuestro envejecimiento, acelerándolo. El consumo habitual de azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados o carnes rojas, puede afectar a nuestro estado celular.
Beber más agua, reducir el consumo de azúcares añadidos o libre, aumentar el consumo de frutas y verduras, reducir los ultraprocesados, consumir menos carne roja, etc., nos ayudarán a vivir de forma más saludable, envejecer mejor y vivir más.
Mantener niveles altos de estrés
El estrés forma parte de la vida de muchos nosotros en los últimos años. El caso es que por muy habitual que pueda ser, la realidad es que tiene efectos negativos en nuestra salud. Uno de estos efectos es el envejecimiento prematuro. Para empezar, nuevas investigaciones han encontrado que, efectivamente, el estrés puede hacer que nos salgan canas. También puede provocar que seamos más vulnerables a diferentes enfermedades y que envejezcamos de manera prematura.
Hacer ejercicio de manera regular, aprender técnicas de relajación y respiración, escuchar música, llevar a cabo cierta desconexión digital, tener una mascota, acudir a terapia, etc., son algunas cosas que podemos realizar para luchar contra el estrés.
Consumir alcohol
Igual que ocurre con el tabaco, el consumo de alcohol es uno de esos hábitos nocivos para todos los aspectos de nuestra salud y esto incluye al envejecimiento. No solo por dentro, sino también por fuera ya que se notará de manera muy importante en nuestra piel.
La solución es reducir o abandonar por completo el consumo de alcohol. Si, además, cambiamos el alcohol por bebidas saludables como el agua, infusiones, aguas de sabores, etc., mejor que mejor para nuestra salud y nuestro envejecimiento.
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