Las mañanas deberían ser la antesala de un día productivo y lleno de buenos momentos. Y qué mejor opción que empezar con algunos gestos llenos de energía, que nos ayuden a plantear un día pleno. Comenzar el día de forma saludable no es complicado y no requiere de grandes esfuerzos.
Sin embargo, sí que nos ofrece grandes beneficios, físicos y mentales. Hoy os damos algunos consejos para comenzar el día de la mejor manera, preparándonos para aprovecharlo al máximo.
Espera para el desayuno
Es común toparnos con la idea equivocada de que el desayuno es la "comida más importante del día". Esto no tiene evidencia alguna. Es más, va en contra de algunas evidencias que indican que espaciar los momentos en los que comemos puede ser mucho más beneficioso.
Efectivamente, el ayuno se ha mostrado como una herramienta muy útil en nuestro día a día. Dejar de 12 a 20 horas entre comidas, según muestran los estudios, puede tener todo tipo de beneficios para nuestra salud. Lo más sencillo es retrasar el desayuno y adelantar la cena, un pequeño gesto que podría tener grandes consecuencias en nuestra salud. Además si esto lo combinamos con algo de ejercicio, el beneficio podría resultar aún más grande.
Escoge los productos que comes, usa recetas saludables
Parece obvio, pero no lo es: tendemos a la comodidad cuando nos alimentamos, especialmente por la mañana. Escoger alimentos y decisiones saludables no tiene por qué ser difícil y puede ser igual de delicioso y sabroso que otras opciones menos adecuadas.
¿No te lo crees? Aquí te dejamos 21 recetas sencillas, para hacer en cinco minutos, por las mañanas. ¿No son suficientes? Aquí van otras 25 recetas para preparar en solo unos minutos. ¿Aún quieres más? Estas 31 recetas están pensadas para el verano, pero seguro que te servirán durante todo el año. De esta manera comenzarás el día con alimentos saludables y sin apenas esfuerzo.
Ordena tu día antes de empezarlo
Mens sana in corpore sano, sí. Pero no hay corpore sano sin mens sana. Una manera sencilla para asegurar un día productivo y saludables es organizarnos antes de comenzar. Es un ejercicio necesario para aprovechar al máximo el tiempo, evitar los tiempos muertos y esquivar la frustración. Dedica 10 minutos en la mañana a preparar tu día a día: tareas, trabajo, ejercicio...
Incluso puedes organizar tu comida, preparando los alimentos, la visita al mercado o las necesidades especiales que tendrás. De esta manera te aseguras que comerás de forma saludable y sin ningún tipo de imprevisto. Un día organizado es un día mejor.
Comienza con algo de actividad física
Comenzar el día moviéndonos no tiene por que ser difícil, ni duro. Tampoco es sinónimo de empezar haciendo ejercicio intenso. Podemos dar un paseo por la mañana, cosa que nuestro cuerpo agradecerá muchísimo, o practicar algo de yoga. Existen cientos de ejercicios y técnicas para aprovechar al máximo nuestro tiempo, como, por ejemplo hacer el "saludo al sol", que no nos llevará más de unos minutos.
Si lo que queremos es entrenar, pero nos falta la motivación, ya os contamos nueve formas de encontrarla. Comenzar el día con ejercicio físico puede resultar muy beneficioso, tal y como muestran los estudios.
Toma una ducha (y, si es fría, un poco mejor)
Hay personas que no son capaces de comenzar el día sin una ducha. Ponernos bajo el agua puede resultar vigorizador, nos ayuda a despejarnos y a tener una agradable sensación de higiene. Pero, además, si nos atrevemos a ducharnos con agua fría, aún podemos empezar un poco mejor el día.
Las duchas frías tienen ciertos beneficios para la salud. No es que estos sean demasiados, o muy importantes, pero podrían ayudarnos, especialmente por la mañana, a despejarnos y empezar el día con más energía. De todas formas, lo importante, realmente, es ponernos bajo la ducha, y no tanto elegir si es con agua fría o caliente.
Reduce el café
Definitivamente, este es uno de los consejos que yo no puedo seguir. Sin embargo, la ciencia es rotunda al respecto: controlar el nivel de cafeína es esencial. Y no es porque el café tenga efectos negativos en nuestra salud. Según los estudios más recientes, las sustancias del café pueden resultar muy beneficiosas a nivel fisiológico, siempre que nos mantengamos dentro de las dosis recomendadas. El problema está en la propia cafeína.
La cafeína produce un efecto llamado tolerancia, es decir, sus efectos van desapareciendo a medida que tu cuerpo se acostumbra. Esto significa que, con el tiempo, necesitas incrementar la cantidad de cafeína para seguir notando sus efectos. Para evitar los efectos adversos de la tolerancia es muy conveniente controlar la cantidad de café que tomamos al día. Podemos sustituirlo por otras bebidas, o reducir su ingesta. Aunque suene contraintuitivo, esto nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento.
Lee
Te acabas de despertar, no tienes ganas de salir de la cama, pero quieres aprovechar el día desde el primer momento. ¡Es una oportunidad increíble para leer! Especialmente si nunca encuentras un momento para hacerlo. Pasar unos minutos en la cama leyendo puede resultar muy motivador y agradable.
De esta manera nos "activaremos" y pondremos "a trabajar" el cerebro antes, siquiera, de poner un pie en el mundo. Este gesto nos ayudará a sentir una mayor satisfacción a primeras horas de la mañana, sabiendo que estamos aprovechando cada momento y dándonos la oportunidad de aprender algo nuevo desde el principio de nuestro día.
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