La anemia es una reducción en la hemoglobina (una proteína que transporta oxígeno), el hematocrito (concentración de glóbulos rojos) y/o el recuento de glóbulos rojos. Los pacientes con anemia suelen presentar síntomas vagos como letargo, debilidad y cansancio.
La anemia grave puede presentarse con síncope, dificultad para respirar y reducción de la tolerancia al ejercicio. La anemia es una enfermedad extremadamente común que afecta hasta a un tercio de la población mundial. En muchos casos, es leve y asintomático y no requiere tratamiento.
Aun así, en otras ocasiones sí requiere de tratamiento médico que, normalmente, suele ser mediante suplementos de hierro (si la anemia es ferropénica, que es la más frecuente). Aun así, mediante la alimentación, es posible recuperar los niveles de hierro. A continuación os contamos cómo.
Introduce alimentos ricos en hierro
La carne o pescado es una buena fuente de hierro porque también contiene el pigmento rojo hemoglobina. El hierro que se encuentra en la hemoglobina es fácilmente absorbido por nuestro cuerpo, por lo que consumir alimentos de origen animal puede ser una buena opción. Entre los alimentos con más hierro nos encontramos con:
- Hígado de cerdo (24 mg/100 g)
- Quinoa (14 mg/100 g)
- Bivalvos (6-7 mg/100 g)
- Ternera (5 mg/100 g)
- Pescados azules (4 mg/100 g)
Combina alimentos vegetales con vitamina C
El hierro se puede dividir entre el hierro hemo y el no hemo, el cual, este último, se encuentra en los alimentos vegetales y es muy poco biodisponible. Pero ocurre que la vitamina C tiene la capacidad de convertir el hierro no hemo en hemo para así, aumentar su biodisponibilidad.
Por tanto, incluir alimentos como champiñones, espinacas, garbanzos, etc., con un chorrito de zumo de limón (por poner un ejemplo) es perfecto para mejorar su disponibilidad.
No entrenes cerca de ingestas altas en hierro
Es muy importante no ingerir alimentos altos en hierro alrededor del entrenamiento porque la capacidad que tiene el sistema digestivo de absorber este nutriente es reducido. Por tanto, si quieres maximizar la disponibilidad del hierro, mantente alejado 2 o 3 horas de tu entrenamiento de fuerza o aeróbico.
Cuidado con el té y el café
Estas dos bebidas, aunque también el chocolate (más concretamente el cacao), tiene unos nutrientes que se llaman taninos que, pese a que tienen efectos positivos sobre el organismo, disminuye la absorción del hierro. Por ello, prueba a eliminar la ingesta de estos alimentos para que el hierro pueda ser absorbido por tu tracto intestinal
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