El yoga es una actividad que ha ganado especial importancia a la hora de conseguir relajar nuestro cuerpo, y es que es la manera perfecta de conseguir llegar a un equilibrio entre cuerpo y mente y así conseguir una armonía total entre ambas partes que componen nuestro cuerpo. A pesar de todo, y según las modas, han aparecido diferentes variantes del yoga. Nosotros en esta ocasión vamos a destacar dos de las más practicadas, el yoga convencional frente al bikram yoga que está poniéndose cada vez más de moda.
Ambas modalidades están cada vez más en boca de todos los que buscamos conseguir evadirnos de las responsabilidades del día a día y del estrés que éstas nos generan. Por ello decantarnos por alguna de ellas es una buena idea si lo que queremos es conseguir mejorar nuestra salud. Pero, aunque en esencia sean la misma actividad, a la hora de practicarlas tienen algunas diferencias. Para ello vamos a destacar las características y pros y contras de cada una.
Yoga clásico
En primer lugar vamos a detenernos en el yoga clásico, y es que como ya sabemos consiste en la realización de una serie de estiramientos y ejercicios que servirán para mantener nuestros músculos en perfecto estado y conseguir que estén jóvenes por más tiempo. Esta cualidad se aplica a ambos tipo de yoga, y es que esta es la principal característica de esta actividad, así como la capacidad de evadirnos del entorno y acabar por unos momentos con las preocupaciones.
El yoga convencional se realiza en un ambiente relajado y distendido donde el principal objetivo es conseguir un estado de relajación alto que implique concentrarnos en las partes del cuerpo trabajadas. Esta relajación pasará por mantener el silencio y la fijación en nuestro cuerpo y su funcionamiento. Además debemos utilizar ropa cómoda que nos permita realizar las diferentes posturas que vamos a llevar a cabo en una sesión de yoga.
El resto de necesidades del yoga convencional no son apenas destacables, ya que con este entorno simplemente debemos ejecutar cada ejercicio de manera lenta y concentrada. Lo mismo que sucede con en brikam yoga, solo que esta segunda modalidad tiene una serie de rasgos propios que lo diferencian bastante del yoga tradicional.
Bikram yoga
En cuanto al bikram yoga, en primer lugar vamos a destacar el entrono donde desarrollaremos esta actividad, ya que se lleva a cabo en salas con una temperatura de unos treinta grados para conseguir que las articulaciones y los músculos estén siempre calientes y consigamos una mayor movilidad. Es cierto que esto es una ventaja a la hora de evitar lesiones musculares, pero puede ser un impedimento para muchas personas a la hora de aguantar más tiempo la actividad, ya que el calor hace que la misma sea más dura.
Las altas temperaturas también nos obligarán a vestir ropas ligeras como bañadores y en muchos casos el agobio que puede representar el sudor y el calor nos acabarán desviando de la actividad realizada, evitando que nos concentremos de la manera correcta. Es cierto que ambas maneras de practicar yoga son adecuadas y totalmente recomendables, solo que el bikram es más apto para personas que ya tienen nociones en yoga convencional y controlan a la perfección la técnica, para así poder aguantar mejor el calor y evitar que sea un inconveniente a la hora de llevar a cabo esta actividad.
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