Aunque el yoga se ha practicado durante miles de años en la India, su popularidad ha generado varias preguntas, entre ellas, si puede utilizarse esta práctica deportiva, que se centra mucho en la respiración, si puede ayudar o mejorar la sintomatología en algunas patologías respiratorias.
Entre los beneficios encontrados, los que más sobresalen son el alivio del estrés, la mejora de la sintomatología de enfermedades cardiovasculares, función respiratoria mejorada, y mejora de la cognición.
A día de hoy es muy común tener problemas respiratorios, ya sea por malos hábitos como el sedentarismo o mala alimentación, o por la polución que hay, sobre todo, en las grandes ciudades.
Sabemos que el Yoga es una actividad física que puede hacer que aquellas personas que tienen problemas o enfermedades respiratorias, como puede ser la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o el asma, tengan una mayor calidad de vida gracias a que el Yoga, mejora considerablemente los patrones respiratorios.
Como se ha comentado anteriormente, el Yoga puede mejorar muchísimo la calidad de vida de aquellas personas que tengan patrones respiratorios limitados por ciertos trastornos o enfermedades, por lo que os vamos a contar a continuación, qué beneficios puede tener el Yoga si tienes EPOC o asma, que son los trastornos respiratorios más comunes.
Yoga y EPOC
La EPOC o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, es una enfermedad común que se caracteriza por una limitación progresiva del flujo de aire y destrucción de tejido. Se asocia con cambios estructurales en los pulmones debido a la inflamación crónica por la exposición prolongada a partículas o gases nocivos (comúnmente por el humo del tabaco).
La inflamación crónica provoca el estrechamiento de las vías respiratorias y la disminución del retroceso pulmonar. La enfermedad a menudo se presenta con síntomas de tos, disnea y producción de esputo.
La EPOC se presenta principalmente en fumadores y mayores de 40 años. La prevalencia aumenta con la edad y actualmente es la tercera causa más común de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. La prevalencia de EPOC es de unos 180 millones y hay aproximadamente 3 millones de muertes por EPOC en todo el mundo cada año.
Entre los estudios realizados para la mejora de la función respiratoria, nos encontramos con el de Ranil Jayawardena et al., en la que, tras recopilar una gran cantidad de estudios, observaron que el Yoga mejoraba muchos parámetros relacionados con la salud respiratoria, como lo son la frecuencia respiratoria, presión arterial sistólica, capacidad inspiratoria forzada, volumen espiratorio forzado en 1 segundo y frecuencia de flujo espiratorio máximo.
Por otro lado, parece ser que las personas que tengan EPOC practiquen Yoga, hace que disminuya la frecuencia y la gravedad de los ataques de tos.
Yoga y asma
El efecto beneficioso de la práctica del Yoga también se ha visto en personas con asma y, además, con resultados muy buenos. El asma es un síndrome que afecta principalmente al tracto respiratorio, caracterizado por síntomas episódicos o persistentes de sibilancias, disnea y tos.
Aunque a nivel fisiológico se ha visto que el Yoga mejora mucho el asma, lo que realmente es importante aquí, es cómo se siente la persona al realizar esta actividad física y cómo le ayuda en su día a día.
Uno de los grandes problemas del asma, es que las vías respiratorias se cierran y no permiten coger tanto aire. Pues bien, se ha visto que practicar Yoga, ayuda a dilatar las vías respiratorias (y, por tanto, ayuda a captar más aire y que las personas con asma no se ahoguen), mejora los patrones respiratorios y reduce el tono muscular de los pulmones, ayudando a mejorar la frecuencia y calidad de la respiración.
También parece ser que el Yoga mejora la fuerza de los músculos que se encargan de realizar las espiraciones e inspiraciones, por lo que se tiene un mejor control de la respiración. Esto significa que mejora funciones pulmonares como la inspiración profunda, la retención de aire y la espiración lenta.
Por otro lado, para incentivar un poco más la práctica del Yoga, también se ha observado una mejora de la calidad de vida en pacientes con cáncer, con mejoras en las emociones, fatiga, sueño y reducción de la ansiedad. También una reducción de la ansiedad en pacientes con enfermedades cardiovasculares y, en pacientes con hipertensión, tanto la presión arterial sistólica como la presión arterial diastólica se han visto reducidas gracias al Yoga. Cabe recalcar, que son las conclusiones de un estudio, por lo que no podemos tomarlo como la verdad absoluta
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Imágenes | iStock, Xataka
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