¿Qué alimentos son mejores y peores para desayunar si queremos perder grasa?
El desayuno puede ser la comida más importante del día, o también no serlo. Después de levantarnos de la cama podemos tomar tres decisiones dietéticas: no desayunar, desayunar sano o desayunar con alimentos poco saludables. ¿Cuál de ellas es mejor? Si buscamos perder grasa, decidir entre la mejor opción de las anterior es vital para tener éxito.
El desayuno es el primer paso para perder grasa
El inicio del día puede marcar el resto del mismo, lo que se conoce como empezar con buen o mal pie. Si queremos perder peso o mantener la línea, la dieta es un factor indispensable a tener en cuenta, tanto por las calorías y macronutrientes que ingerimos como por la sensación de saciedad o hambre que cursaremos a lo largo del día.
Es tan importante saber qué desayunar como saber qué no desayunar
Seguramente te ha pasado en muchas ocasiones que has comido, pero al poco tiempo vuelves a tener hambre, a pesar de haber tomado un desayuno abundante. La razón es que los alimentos producen más o menos saciedad en función de sus nutrientes y lo que producen en el organismo.
El desayuno típico español de una tostada de pan blanco con un zumo de naranja es muy sabroso y nos aporta calorías, pero genera un pico de insulina que bajará de manera repentina después de poco tiempo. Esa bajada brusca de insulina después del ascenso al comer el pan blanco, zumo, bollería o galletas advierte a nuestro cuerpo que debe volver a comer.
Nuestro cuerpo, que es muy obediente, mandará la señal de hambre para "no morir", de igual manera que se la mandaba a nuestros ancestros hace miles de años para incitarlos a buscar alimento.
El cacao azucarado, los ultraprocesados y todos los alimentos que produzcan picos de insulina elevados por la liberación de grandes cantidades de glucosa al torrente sanguíneo son una muy mala idea para empezar el día si queremos perder grasa o no ganarla.
¿Qué podemos desayunar para controlar el peso corporal?
Sabiendo que debemos alejarnos de los alimentos citados en el apartado anterior, buscaremos alimentos saciantes y que no nos hagan tener hambre al poco tiempo. Eso evitará entrar en un bucle desde primera hora de la mañana que no terminará hasta que nos vayamos por la noche a la cama.
Las proteínas y grasas saludables deben estar presentes en el desayuno por su poder saciante. Alimentos como el huevo son una opción excelente para tomar a primera hora de la mañana, ya que contienen esa proteína y grasa saludable que nos interesa para controlar el hambre.
A pesar de la buena fama del zumo de naranja natural, debemos evitarlo porque desencadena los mismos mecanismos que si tomásemos un refresco azucarado o un zumo de bote, aunque los nutrientes del zumo de naranja son mucho más interesantes si tuviésemos que escoger entre unos y otros.
Si buscamos un desayuno abundante, escogeremos cereales integrales como el pan integral de trigo u otros panes de cereales como el trigo sarraceno, centeno o espelta entre otros. La avena es otro cereal interesante que podemos tomar como un porridge o granola.
El café y el té son las únicas bebidas saludables que existen, además del agua, claro está. Puedes prepararte una infusión o un café sin añadirle azúcar para evitar ese pico del que hemos hablado anteriormente. Por lo tanto, un buen desayuno para empezar el día y controlar el peso debería de contener una buena fuente de proteína y grasa como el huevo, cereales integrales (no los azucarados que se comercializan) y una bebida saludable como un café o un té.
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Imágenes | Ali Inay (Unsplash), Jasmin Schreiber (Unsplash)
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