Boticaria García detalla las razones por las que unas personas son más "de dulce" y otras más "de salado"

Dulce o salado: hay razones genéticas y psicológicas que llevan la balanza a un lado u otro

¿Eres más "de dulce" o "de salado"? Si haces esta pregunta a 10 personas habrá algunas que se decanten por alimentos más golosos y otras que prefieren unos saladitos. La farmacéutica, nutricionista y divulgadora científica Boticaria García explica en su último libro las razones por las que tiramos más hacia un tipo de alimentos u otros.

"Yo soy más de dulce" versus "yo soy más de salado"

Marián García ha escrito varios libros divulgando ciencia para responder a las principales preguntas que nos hacemos en referencia a la nutrición. Una pregunta que siempre está presente es por qué unas personas son más de dulce y otras de salado.

Tu cerebro tiene hambre: 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud es el libro Boticaria García en el que explica que elegir un tipo de alimentos u otros tiene más que rascar de lo que pensamos. En dicha preferencia influyen factores fisiológicos, psicológicos y genéticos.

Hemos enseñado a nuestro cuerpo a responder a un tipo de alimentos

Nuestro cuerpo tiene caminos que se van formando con la repetición de los hábitos. Cuando solemos comer desde la infancia un tipo de alimentos, nuestros sistemas de recompensa (dopamina y endorfinas) dan una mayor respuesta al ingerirlos.

Esto hace que haya personas que se sientan mejor con alimentos muy dulces y palatables y otras que tienen hipersensibilidad a alimentos como una bolsa de nachos. Como dice la frase, somos lo que hacemos repetidamente, así que variará en función de lo que hayamos comido repetidamente.

¿En qué situaciones pasadas has comido dulce o salado?

El ser humano suele asociar dos elementos que a priori no tienen nada que ver por separado. Si durante la infancia o el pasado has tenido mayores momentos de felicidad alrededor de alimentos dulces, esa será tu preferencia, no por el sabor en sí, sino por la asociación entre el estado de ánimo y el dulce.

Puede incluso que seas de dulce en algunos momentos como un cumpleaños, y de salado cuando llegas del trabajo a casa y abres una bolsa de patatas fritas. El aprendizaje alrededor de la comida y como nos sentimos al comerla hace que nuestro cuerpo replique eso en el presente y en el futuro, salvo que lo modifiquemos.

Eres de genes 'salaos' o golosos

Gracias a la secuenciación del genoma humano completo podemos leer nuestros genes, aunque todavía estamos en pañales en ese aspecto. Hay algunas regiones de ese genoma que se vinculan con la preferencia por el sabor dulce y el azúcar, por lo que si está más activo es más probable que escojamos este tipo de alimentos por encima de los salados.

De todas formas, la mezcla de factores fisiológicos y psicológicos hace que nos podamos decantar por el salado aunque tengamos 'genes golosos'. Al final la elección depende del conjunto de estos tres factores, pudiendo que no estén muy marcados y no sepas si eres de dulce o salado o que lo tengas clarísimo.

Referencias

Boticaria García. (2024). Tu cerebro tiene hambre. Editorial Planeta.

En Vitónica | Boticaria García revela por qué tenemos hambre todo el rato y no nos saciamos a pesar de haber comido hace poco

Imágenes | Icons8 Team, Cenk Batuhan Ozaltun (Unsplash)

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