¿Por qué seguimos hablando de calorías y no de alimentos cuando queremos adelgazar?

Seguimos empeñados en darle demasiada importancia a las calorías que consumimos en nuestra dieta. No es que las calorías no sean algo a tener en cuenta, pero no son lo más importante. El tipo de alimentos que consumimos es más importante que las calorías que tienen.

El ejemplo de la imagen de portada es muy claro, no son lo mismo las calorías que provienen de la manzana que las que provienen de un dulce que es básicamente harina procesada y azúcar. El impacto que tienen una y otra en el metabolismo, hormonas y almacén de grasa es muy diferente. Ya vimos en su día como una caloría no siempre es una caloría. Importan la calidad de esas calorías, más que la cantidad.

Es un error basar la dieta en la cantidad de calorías

Hace años la visión termodinámica de la dieta hizo mucho daño a la forma que teníamos de ver una dieta de adelgazamiento. Si nuestro cuerpo consumía 2500 kcal al día, debíamos de comer menos o de gastar más, obsesionándonos con el número de calorías.

No importaba tanto si esa caloría provenía de un tomate o de un dulce, lo importante era que no sobrepasáramos las calorías diarias para no engordar. Eso llevó a basar la dieta en números y a andar contando calorías. Esto, a todas luces, es insostenible. Una persona no puede cuantificar todo lo que come, además de ser aburrido no tiene adherencia.

Ingerir 100 kcal no te asegura que las vayas a almacenar. Depende de dónde provengan esas calorías.

Pero es que luego entra el tema de la digestión. Un alimento puede tener 100 kcal y no por ello las vamos a almacenar o utilizar todas. Hay calorías que se pierden en el proceso de digestión, otras que, dependiendo de donde vengan, tenderán a almacenarse o no en forma de grasa. El tema de las calorías no es tan simple, influye mucho de dónde provienen y cómo se digieren.

Un vistazo a…
AYUNO INTERMITENTE

Lo importante no es la cantidad de calorías, sino de dónde provienen

Todos sabemos que las grasas son el alimento más calórico que existe, pero por ello no debemos desterrarlas de la dieta. Las grasas son necesarias, el aceite de oliva, por ejemplo. No por tomar a diario aceite de oliva virgen extra vamos a engordar, este alimento nos va a proporcionar más beneficios que perjuicios.

Los frutos secos tienen muchas calorías, pero se ha demostrado que no engordan.

Otro ejemplo claro es el de los frutos secos, que cuentan con una alta densidad energética, pero se ha comprobado que los frutos secos no engordan. Aún así, seguimos pensando que al tener muchas calorías, hay que evitarlos en una dieta de adelgazamiento.

Hay que dejar de contar calorías y ser más conscientes de lo que uno se lleva a la boca. Cuanto menos procesados y más frescos y poco tratados estén los alimentos, mejor. Y si nos ponemos a pensar cuáles son esos alimentos, es fácil: frutas, verduras, hortalizas, pescado, carne, huevos...en definitiva, todos esos alimentos que no provienen de la industria alimentaria.

Pasar de una dieta cuantitativa a una dieta cualitativa

Que te comas dos manzanas en lugar de una para merendar, no va a suponer absolutamente nada en tu peso, aunque lo hagas a diario. Ahora, si en lugar de una manzana tomas un bollo o un dulce para merendar a diario, eso sí que va a suponer un impacto negativo en tu dieta a la hora de perder peso ( y salud ).

¿Y cómo se da el paso de una dieta cuantitativa a una cualitativa? Dejando de pensar en calorías y gramos de alimentos a consumir y cambiando el chip a qué tipo de alimentos tengo que consumir y qué tipo de alimentos tengo que evitar.

El ejemplo del plato saludable de Harvard

El plato saludable de Harvard es un ejemplo práctico de dieta cualitativa, que deja atrás la importancia de las cantidades (aunque las tiene en cuenta), y toma como protagonista al tipo de alimento, a ese "de dónde provienen las calorías", que es lo realmente importante en una dieta.

El plato saludable de Harvard plantea una dieta cualitativa, dejando en segundo plano las cantidades.

En el momento en el que seamos conscientes de que en las principales comidas siempre debe haber vegetales, frutas y proteínas (procedentes de alimentos no procesados), y lo llevemos a la práctica, nos daremos cuenta de que las calorías pasan a un segundo plano y es realmente el tipo de alimentos los que nos va a hacer perder peso y ganar salud.

Y lo que estamos hablando de alimentos sólidos, sirve igual para las bebidas. Tampoco somos muy conscientes de la importancia que tienen las bebidas en la dieta, para adelgazar y para la salud en general.

Cuantificar está bien, pero no hay que volverse locos

Hoy en día tenemos muchas aplicaciones móviles que nos ayudan a analizar nuestra dieta. Y eso está bien, porque nos dan una idea de cuánto y cómo comemos. Si comemos pocas proteínas, si nos pasamos con los azúcares, etc. Pero tampoco hay que volverse locos contando todo lo que comemos.

Como análisis inicial de cómo es nuestra dieta, cuantificarla está bien, pero es algo muy tedioso hacerlo a diario. Es más provechoso saber cuántos alimentos frescos y no procesados hemos tomado en el día qué cuántas calorías. Como llevamos diciendo en todo el artículo es mejora para el peso y para la salud procuparnos de qué tipo de alimentos comemos que de cúantas calorías ingerimos.

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