Creíamos saber todo respecto a los alimentos light que existen en el mercado que deben poseer una reducción del 30% en su valor energético según lo indica la legislación vigente, pero los servicios de Consumo de la Junta de Andalucía están controlando estos productos denominados light y se ha observado que los refrescos light, no son tan light como dicen.
Se analizaron nueve muestras de refrescos para analizar el grado alcohólico, azúcares, edulcorantes y grasa y contrastar estos datos con la denominación de light y lo declarado en el etiquetado, que es la única información a la que accede el consumidor. Los resultados lamentablemente muestran que tres de las bebidas analizadas no tenían menos calorías como deberían tener por ser light.
Los productos light poseen generalmente un precio superior justificado por su carácter de más saludable al tener menor valor energético, menos grasas y/o azúcares. Sin embargo, los refrescos light no son tan light pero aun así son costosos y se denominan como si lo fueran, engañando al consumidor.
Este tipo de campañas de control son de gran utilidad para defender al consumidor y para validar la información que se nos ofrece.
Por el momento, lo que podemos hacer es reducir el uso de estos productos que en muchos casos no son necesarios, pero también podemos contrastar las calorías que posee el producto light que queremos consumir con otro producto no light de igual marca, y allí sabremos si en realidad se trata de un alimento con reducción de calorías o si por el contrario, se denominan light sin serlo.
Debemos colocar bajo la lupa todo este tipo de productos antes de consumirlos efectivamente y no confiarnos ciegamente en la reducción energética que declaran.
Vía | ABC
Imagen | Nicoleleec
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