El café está omnipresente en la mayoría de sociedades. ¿Quién no se hace un café recién levantado con las legañas en los ojos? Esta fuente de cafeína no solamente nos despierta y cambia el humor recién levantados a muchas personas, también tiene efectos beneficiosos en la salud. Lejos de recomendar evitarlo, como se ha hecho durante algún tiempo, el café tiene un impacto positivo en las enfermedades cardiovasculares y diferentes factores de riesgo de mortalidad.
Café, enfermedades cardiovasculares y mortalidad
Ayer se publicó una investigación en la European Jorunal of Preventive Cardiology cuyo objetivo era evaluar la asociación entre el café, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad. Si eres amante del café, los resultados te gustarán.
Para el estudio se utilizaron datos de unas 450.000 personas presentes en el Biobanco del Reino Unido. Los sujetos del estudio informaron mediante un cuestionario sobre el número de tazas de café que bebían cada día, así como el tipo de café que consumían: café molido, café soluble o café descafeinado.
Cruzaron esos datos con resultados médicos sobre diferentes tipos de enfermedad cardiovascular y de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de muerte. Sus hallazgos fueron claros: el café es saludable y aumenta la longevidad, incluso en personas con enfermedades como arritmias u otras cardiovasculares.
Qué tipo de café es preferible para la longevidad
Se tuvieron en cuenta tres tipos de café: el café molido del grano de café, el café instantáneo y el café descafeinado. La principal diferencia entre ellos es la cafeína, el resto de componentes son prácticamente los mismos.
Los tres tipos de café se asociaron con reducciones equivalentes en la incidencia de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular así como la mortalidad por todas las causas. La diferencia es que el descafeinado mostró una menor reducción de riesgo en algunas enfermedades como las arritmias.
¿Cuánto café consumir al día para obtener sus beneficios?
El consumo de café y sus beneficios para la salud tiene una forma de U invertida, de manera que existe un punto óptimo en su ingesta, pero por encima de él se convierte en perjudicial. Esa cifra muy genérica puede situarse entre unas tres y cuatro tazas de café al día.
De tres a cuatro tazas de café al día de cualquiera de los tipos de café comentados se asociaron con la mayor reducción de riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por todas las causas. Sin embargo, esta cifra es tremendamente relativa ya que existen infinidad de cultivos de café diferentes que modifican sus componentes.
Lo que sí está claro es que niveles altos de consumo de café, especialmente los que no son descafeinados, pueden provocar ansiedad, inquietud e insomnio. También pueden tener efectos negativos sobre el riesgo de arritmias en dosis altas, lo que es una paradoja ya que su consumo adecuado disminuye dicho riesgo.
El café "despierta" la salud
Además de la cafeína, que es el componente más conocido, el café contiene más de 100 sustancias que reducen el estrés oxidativo y mejoran el microbioma intestinal. Enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2 también se benefician del consumo de café, provocando esta bebida una reducción progresiva del riesgo de diabetes en comparación con los no bebedores de café.
Por tanto, no se debe desaconsejar el consumo de café en cantidades adecuadas, según el tipo del mismo y la tolerancia del consumidor. De hecho, debemos considerar la ingesta de café como parte de un estilo de vida saludable.
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