Hay muchos factores que envejecen nuestra piel, como la radiación solar, el sedentarismo y una dieta defectuosa en vitaminas y minerales. El ejercicio físico es nuestro aliado para revertir el envejecimiento de la piel al generar una serie de mecanismos que mejoran su elasticidad y su densidad. Un nuevo estudio publicado en Scientific Reports de la prestigiosa Nature ha demostrado en humanos lo que ya se había visto en ratones.
Más entrenamiento de fuerza y menos horas al sol para tener una piel más jóven
El ejercicio físico es una estrategia clave para lograr una vida más larga y saludable porque tiene efectos beneficiosos sobre la salud física y fisiológica. Por ejemplo, se sabe que el ejercicio revierte el deterioro relacionado con la edad en el cerebro y mejora la función de las células madre y la regeneración muscular.
Sin embargo, los efectos del ejercicio sobre el envejecimiento de la piel son poco conocidos. Un estudio demostró que el ejercicios aeróbico estimula la liberación de una interleucina que regula el envejecimiento de la piel y mejora la formación de nuevas mitocondrias en dicho tejido.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y responde a factores externos e internos, como la exposición solar o los cambios hormonales asociados a la edad, así como el envejecimiento celular más o menos acelerado según nuestro estilo de vida, que engloba ejercicio físico, dieta y estilo de vida.
El nuevo estudio de Scientific Reports
A finales de junio de 2023 se publicó un interesante estudio en la revista Scientific Reports, de Nature, en la que los investigadores demostraron que el entrenamiento de fuerza contrarresta el envejecimiento de la piel. Los beneficios principales se dan en la elasticidad de la piel y la estructura de sus componentes.
Con el envejecimiento se deteriora dicha elasticidad de la piel y se pierde espesor y capacidad dérmica. Tanto el ejercicio físico de fuerza como el de resistencia han demostrado ser eficaces como rejuvenecedores de la piel al mejorar las propiedades elásticas y componentes complejos como nuevas mitocondrias en los fibroblastos de la piel.
Estas conclusiones obtenidas en mujeres japonesas se suman a los de otras investigaciones realizadas con ratones en los que se comprobó que el entrenamiento de resistencia disminuía la inflamación y el estrés oxidativo, ambos archienemigos del antienvejecimiento.
Por lo tanto, el entrenamiento de fuerza, además del entrenamiento de resistencia, no solamente son útiles para disminuir el riesgo de una larga lista de enfermedades y rejuvenecernos por dentro, sino que nuestra piel también se verá beneficiada de dicho ejercicio físico. Este verano, si buscas una piel más rejuvenecida, menos sol y más entrenamiento de fuerza.
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Imágenes | Visionnaire (Midjourney), Merriment (Midjourney)
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