La dieta cetogénica produce una serie de mecanismos que se relacionan con la salud y con la composición corporal. Algunos procesos tienen conexión directa y otros indirecta. ¿Es útil la dieta cetogénica para perder peso en personas sanas y activas? En caso de serlo, ¿es la mejor opción?
Aplicación de la dieta cetogénica: ¿qué produce en nuestro organismo?
La dieta cetogénica tiene beneficios en personas sanas y en personas con determinadas patologías. Una de las causas principales es el déficit calórico que se produce, pero también existen otros aspectos fisiológicos destacables.
Una investigación muy completa describe mecanismos que desencadena este tipo de dieta, asociada a diferentes enfermedades. Vamos a ir comentando dichos mecanismos para ver que ocurre en nuestro cuerpo cuando seguimos la dieta cetogénica.
Mecanismos relacionados con la salud cardiovascular
Al realizar una dieta cetogénica se incrementan las partículas LDL o denominado comúnmente como colesterol bueno. Es uno de los marcadores que se evalúa en las analíticas y que puntúa de forma positiva si se muestra en niveles elevados.
También se reducen los niveles de insulina en sangre. Unos valores altos de insulina pueden acarrear problemas de salud cardiovascular y otros metabólicos, como la diabetes tipo II.
Diabetes tipo II y dieta cetogénica
Tanto para la prevención como para el tratamiento de la diabetes, la dieta muy baja en hidratos de carbono produce en nuestro organismo tres mecanismos que sirven de protección. El primero de ellos es el que hemos comentado en el apartado anterior: reducción de niveles de insulina en sangre.
Además se mejora la resistencia a la insulina con este tipo de dieta, por lo que nuestra organismo poco a poco absorberá mejor los hidratos de carbono, sin que esa glucosa se quede en sangre.
Y el último factor que ocurre en nuestro organismo, y que se relaciona con la diabetes es el incremento de la biogénesis mitocondrial. Una mayor cantidad de mitocondrias y/o una función mejorada de las mismas se asocia directamente con la salud en general.
Procesos que hacen interesante la dieta cetogénica para personas con epilepsia y otras enfermedades neurológicas relacionadas
La nutrición no afecta solamente a parámetros como el colesterol y la insulina. También se relaciona con mecanismos cerebrales que ocurren siguiendo una dieta cetogénica.
La epilepsia produce convulsiones por la activación de diferentes neurotransmisores. Una dieta muy baja en hidratos tiene influencia en la actividad de neurotransmisores anticonvulsivos. Se debe a que al seguir esta dieta cambiamos el uso de los sustratos energéticos.
En lugar de la glucosa, energía básica del cerebro, utilizaremos cuerpos cetónicos que nuestro organismo ha generado para que nuestro cerebro siga recibiendo energía. Ese cambio de sustrato energético hace que la excitabilidad neuronal se reduzca, reduciendo la agresividad de la epilepsia.
Todos estos procesos relacionados con el cerebro, a los que añadimos otros comentados en apartados anteriores, podrían ayudar en el tratamiento de algunas enfermedades neurológicas.
Mecanismos de la dieta cetogénica que ayudan en la pérdida de peso
Aumento de la saciedad y reducción del apetito
Una de las ventajas que nos aporta la dieta cetogénica es su poder saciante, por lo que uno de los mensajes que nos enviará nuestro cuerpo es que no tenemos tanta hambre como si realizásemos otro tipo de dieta con menor cantidad de proteínas y grasas.
Gracias a este mecanismo puede ser más fácil llevar a cabo la dieta, aunque el otro lado de la moneda es que existen grandes limitaciones a la hora de elegir alimentos, para no pasarnos de los 50 gramos de hidratos de carbono máximos al día que impone la dieta cetogénica.
Incremento del efecto térmico de la comida
Nuestro organismo utiliza un porcentaje de las calorías del alimento ingerido para digerirlo. Esos porcentajes son más altos en proteínas y en grasas que en hidratos de carbono, por lo que utilizaremos una mayor cantidad de energía para digerir los alimentos de la dieta cetogénica.
Incremento de la lipólisis y reducción de la lipogénesis
Nuestro cuerpo promoverá la movilización y utilización de ácidos grasos (lipólisis) ya que la vía de obtención de energía por los hidratos de carbono se encuentra interrumpida. A su vez la acumulación de ácidos grasos (lipogénesis) se verá reducida.
Éste es otro de los procesos que desencadena una dieta muy alta en grasas y muy baja en hidratos de carbono, y que puede ser interesante para la pérdida de peso.
Hasta ahora muy bien, pero...
Al iniciar una dieta cetogénica podemos comenzar a perder peso de forma inmediata, pero ello no quiere decir que estemos perdiendo grasa. A ello hay que sumar otros mecanismos que hacen que la dieta cetogénica no sea todo lo bonita que hemos visto hasta ahora, si somos sujetos sanos y activos.
En el caso de ser personas sedentarias que no requieren de energía rápida, no necesitamos una cantidad elevada de hidratos de carbono, por lo que una dieta cetogénica encaja a la perfección.
En personas con alguna de las enfermedades que hemos visto, u otras enfermedades en las que se están viendo beneficios al seguir esta dieta muy baja en hidratos de carbono, también podría ser muy interesante hacer uso de la dieta cetógenica. Pero como ya hemos comentado, en sujetos sanos y activos puede no ser la mejor opción. Vamos a ver por qué de forma muy breve.
Glucógeno y peso
El primer apartado y principal es comprender la diferencia entre perder peso y perder grasa. Podemos perder peso sin perder grasa, y podemos perder grasa sin perder peso. Es por ello que el número que nos da una báscula puede servirnos como guía, pero no debemos centrarnos exclusivamente en ese dato.
La primera semana de la dieta cetogénica se produce una disminución drástica del peso. Se explica porque disponemos de unos almacenes de glucógeno que se vacían con este tipo de dieta, y que pueden hacernos perder más de dos kilos en apenas unos días.
Pero ese peso se vuelve a recuperar en uno o dos días donde aumentemos la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono. Aunque una pérdida de peso rápida al inicio puede venir bien para motivarnos, debemos ser conscientes que se debe a este proceso.
¿Perdemos peso por la dieta o por el déficit calórico?
Para que haya una pérdida de peso debe producirse, casi siempre, un déficit energético. Pero ese déficit calórico lo podemos producir también con cualquier tipo de dieta, sea alta o baja en hidratos de carbono. Este detalle es de vital importancia porque debemos seleccionar una dieta que se adapte a nosotros, y no ser nosotros quienes nos adaptemos a la dieta.
Si puedes adherirte a una dieta cetogénica en tu proceso de pérdida de peso estará bien. Pero si cada día es una lucha y te cuesta porque no puedes comer alimentos sanos que te gustan, como arroz y legumbres, puedes hacer uso de cualquier otra dieta que te requiera menos esfuerzo.
Para perder peso de forma eficaz debemos entrenar fuerza
La dieta cetogénica con un déficit energético nos hará perder peso, pero en esa pérdida de peso es vital que retengamos la mayor cantidad de masa muscular posible.
Para retener esa masa muscular es indispensable realizar entrenamientos de fuerza con intensidad, y para entrenar fuerza con intensidad necesitamos energía rápida gracias a los hidratos de carbono y el glucógeno.
Otra de las situaciones que podemos observar en nuestro cuerpo y rendimiento es que una dieta con una cantidad tan baja de hidratos de carbono muy posiblemente no nos permita entrenar con una alta intensidad, ya que no dispondremos de esa energía rápida.
¿Es útil la dieta cetogénica para perder peso en personas sanas y activas? ¿Es la mejor opción?
La dieta cetogénica sí es útil para la salud y la pérdida de peso en personas sanas y activas, pero no es la mejor opción. Los inconvenientes como la dificultad de llevar a cabo una dieta tan estricta y la pérdida de rendimiento hacen que los inconvenientes sean mayores que los beneficios.
En el caso de sujetos sedentarios y/o con alguna enfermedad sí es útil hacer uso de una dieta cetogénica, por salud y para perder peso, y además podría ser la mejor opción. Su cuerpo se beneficiará de una muy baja ingesta de hidratos de carbono por varias mecanismos, y los beneficios superan a los inconvenientes.
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