El impacto de la obesidad en el sistema musculoesquelético (y en la economía)

Cuando hablamos de sobrepeso y obesidad, normalmente tendemos a pensar en las consecuencias a nivel cardiovascular: diabetes, accidentes cerebrovasculares, problemas sociales... Pero, ¿cómo afecta la obesidad a nuestro sistema musculoesqueletico y que consecuencias tiene?

Como vamos a ver más adelante, el impacto de la obesidad es mucho más importante de lo que la gente podría pensar, y las consecuencias pueden llegar a ser totalmente demoledoras ocasionando secuelas de por vida si no le ponemos remedio a tiempo y cambiamos nuestros hábitos de vida.

La importancia de la obesidad en el sistema de salud actual

En los últimos 10-20 años, el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una auténtica epidemia que está azotando a la población mundial, dado que preocupa sobremanera a la OMS, que estima que más de 1.000 millones de personas en el mundo sufren de obesidad. Para que nos hagamos una idea de la importancia que ha adquirido (muy a nuestro pesar) la obesidad, aquí van algunas cifras:

La obesidad como factor incapacitante

Como enfermedad que es, la obesidad se está convirtiendo en uno de los mayores factores de incapacidad para la población. Los problemas asociados al aumento del índice de grasa y del peso corporal pueden ir desde la fatiga crónica al subir escaleras o realizar cualquier actividad física hasta la incapacidad total para levantarse de la cama y realizar tareas tan simples y cotidianas como asearse.

De hecho, y aunque apenas están teniendo repercusión en los medios de comunicación, se han dado ya casos de personas que han sido despedidas de sus trabajos debido a su peso.

Como dato, el Centro para el Control de Enfermedades informó recientemente que en los Estados Unidos, más del 31% de los adultos obesos informaron un diagnóstico médico de artritis en comparación con solo el 16% de los no obesos.

Problemas musculoesqueléticos asociados a la obesidad

Padecer sobrepeso u obesidad no implica sólo problemas de salud a nivel cardiovascular. El sistema musculoesquelético también se va a ver afectado, y dependiendo del grado de sobrepeso u obesidad las secuelas serán más o menos importantes.

A pesar de que nuestros huesos tengan cierto grado de maleabilidad, el sobrepeso va a ir deformando los huesos, haciendo que estos no crezcan en su posición natural y generando, en el futuro, problemas articulares que pueden significar una mayor fragilidad en ciertas zonas como por ejemplo los tobillos, la tibia/peroné, brazos...

Osteoartritis

La osteoartritis es la forma más común de artritis y la principal causa de discapacidad crónica entre las personas mayores, y la obesidad es un factor de riesgo determinante significativo tanto para el desarrollo como para la progresión de la artrodesis de rodilla tibio-femoral.

También se ha demostrado una leve asociación entre la obesidad y la osteoartritis en otros sitios, como la articulación de la cadera, la mano y la articulación patelofemoral, lo que sugiere que factores mecánicos y metabólicos pueden ser responsables del vínculo entre la osteoartritis y la obesidad.

Las formas más comunes de osteoartritis son las de rodilla y cadera, y como podéis imaginar son dos patologías que pueden acabar provocando limitaciones funcionales y una incapacidad bastante importante, debido a que son dos zonas de nuestra anatomía que influyen directamente en nuestras posibilidades de desplazamiento y movilidad.

Lumbalgia

A pesar de que una reciente revisión describe la falta de una clara relación dosis-respuesta entre el IMC y el dolor lumbar. Sin embargo, en comparación con pacientes no obesos, los pacientes obesos tenían más probabilidades de presentar dolor radicular y signos neurológicos. La obesidad fue un determinante significativo e independiente de la cronicidad en un estudio prospectivo de cohortes en trabajadores que solicitaron compensación por dolor de espalda.

En un estudio poblacional realizando a 129 hombres cuyos trabajos eran maquinistas, carpinteros en empresas de construcción y oficinistas, el sobrepeso persistente se asoció fuertemente con una disminución de la señal del núcleo pulposo en la resonancia magnética de seguimiento.

En base a los resultados de los diferentes estudios, sería necesario investigar más para poder establecer o descartar que exista con seguridad relación alguna entre la obesidad y la lumbalgia.

Hiperostosis esquelética idiopática difusa

La hiperostosis esquelética idiopática difusa (DISH) o la enfermedad de Forestier, un trastorno crónico relacionado con la edad, se caracteriza por un crecimiento óseo nuevo, especialmente en las entesis. La DISH afecta a muchas estructuras esqueléticas, si bien normalmente afecta a la columna torácica. Se asocia con obesidad, diabetes mellitus, hiperinsulinemia e hiperlipidemia.

Un estudio que examina el papel de la leptina en la osificación de los ligamentos espinales encontró que los niveles séricos de leptina fueron significativamente elevados en los sujetos en comparación con los controles. Las hijas de los sujetos que eran severamente obesos también tenían niveles elevados de leptina sérica aunque no habían desarrollado la condición. Por lo tanto, la leptina puede asociarse genéticamente e indirectamente con la patogénesis de la osificación de los ligamentos espinales en pacientes femeninas. El papel de la obesidad en la patogénesis de la DISH aún no se ha definido claramente y no se ha estudiado el efecto de la reducción de peso en la reversión / desaceleración de la progresión de la enfermedad.

Trastorno de la marcha

La obesidad también se asocia con limitaciones estructurales y funcionales con deterioro de la marcha normal, aplanamiento de los arcos del pie y pronación de los tobillos. En un estudio piloto, se descubrió que la composición corporal influye en los valores del índice del arco en sujetos con sobrepeso y obesos.

Los sujetos con obesidad mórbida también caminan significativamente más despacio que sus contrapartes obesas y delgadas. El IMC fue uno de los factores que afectan la varianza en la distancia de caminata. Los efectos de la obesidad en la marcha deben entenderse mejor, ya que una parte importante de la gestión incluiría la incorporación de un programa de ejercicio adecuado.

Problemas en los tejidos blandos

Hay una alta prevalencia de dolor en el cuello (10-19%), hombro (18-26%), codo (8-12%) y muñeca / mano (9-17%) en cualquier momento dado en la población. La obesidad es consistentemente un factor de riesgo significativo asociado con la ocurrencia de estas quejas. También se descubrió que la obesidad predecía aquellos que desarrollarían tendinitis de las extremidades superiores asociadas a la actividad laboral en un estudio de cohortes prospectivo de más de 5 años.

En otra encuesta prospectiva de trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo de miembros superiores en el trabajo repetitivo, la obesidad aumentó riesgo de atrapamiento cubital en el codo.

Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos. Estos se vuelven frágiles y se quiebran fácilmente, especialmente los de la cadera, espina vertebral y muñeca. En Estados Unidos (uno de los paises con mayores índices de sobrepeso y obesidad del mundo), millones de personas padecen osteoporosis o están en alto riesgo debido a baja densidad ósea. Es una enfermedad silenciosa y tal vez no sepamos que la padecemos hasta que nos fracturemos un hueso. Un examen de densidad mineral ósea es la mejor manera de controlar la salud de sus huesos.

Varios estudios han demostrado que el peso corporal está estrechamente relacionado con la densidad mineral ósea (DMO). Un aumento de 10 kg en el peso corporal se asocia con un aumento de aproximadamente el 1% en la DMO. Esta relación se ha demostrado tanto en mujeres como en hombres y en todas las culturas, pero el efecto del peso en la DMO parece ser más fuerte en las mujeres que en los hombres y más en mujeres posmenopáusicas que en mujeres premenopáusicas.

Se han propuesto varios mecanismos para explicar el efecto del peso sobre la densidad ósea. En primer lugar, podría deberse a la cantidad de tejido adiposo, que es el principal sitio de conversión de andrógenos en estrógeno tanto en hombres como en mujeres mayores. Si el estrógeno tiene un papel más importante en la preservación de la masa ósea en las mujeres que en los hombres, esto puede explicar por qué el efecto del peso es mayor en las mujeres que en los hombres. Esto también puede explicar por qué poco después de la menopausia, las mujeres obesas no pierden hueso tan rápido como sus contrapartes no obesas.

Fibromialgia

La fibromialgia es una condición que causa dolor en los músculos y cansancio. Las personas que sufren esta condición sienten "puntos sensibles" en el cuerpo. Estos puntos se encuentran en el cuello, hombros, espalda, cadera, brazos y piernas.

Tiene un origen desconocido, pero se sabe que esta enfermedad es más común en las mujeres de mediana edad. Las personas con artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes tienen mayores probabilidades de desarrollar fibromialgia. No existe una cura, pero las medicinas pueden ayudar a controlar los síntomas. Dormir suficiente, llevar una dieta saludable y hacer ejercicio también puede ayudar.

Una serie de factores de riesgo están asociados con esta condición y la obesidad también juega un papel.En un estudio piloto de mujeres con sobrepeso y obesas con fibromialgia, la relación entre el IMC y los síntomas de la fibromialgia se evaluaron después de un tratamiento conductual de pérdida de peso de 20 semanas. Los participantes perdieron, en promedio, 4.4% de su peso inicial, y la pérdida de peso predijo una reducción en los síntomas de fibromialgia, interferencia del dolor, satisfacción del cuerpo y calidad de vida. En un estudio de sujetos obesos sometidos a cirugía bariátrica, hubo una reducción significativa en el síndrome de fibromialgia en el seguimiento 6-12 meses más tarde.

Trastornos del tejido conectivo: artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es la enfermedad articular inflamatoria crónica más común. Se desconoce su origen, y se trata de una enfermedad autoinmune (el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano).

La obesidad [ha sido identificada como un factor de riesgo](Looking back: rheumatoid arthritis—aetiology, occurrence and mortality) para la AR. Dos estudios de cohorte basados ​​en la población han demostrado una asociación entre la obesidad y el desarrollo de AR, mientras que uno no lo hizo. La asociación parece ser un efecto umbral sin relación entre el IMC y el riesgo de AR por debajo de un IMC de 30.

El coste económico de la obesidad

Evidentemente, hablar de la obesidad implica hablar del impacto que está enfermedad tiene no sólo en la salud de las personas sino también en la economía de los paises, ya que directa (políticas de prevención y tratamiento de la obesidad) o indirectamente (costes generados por las enfermedades derivadas del sobreso y la obesidad como la arterioesclerosis o la diabetes).

Además de constituir un claro riesgo para la salud, la obesidad supone un riesgo para la actividad económica: miles de millones anuales en costes de atención sanitaria, caída de la productividad, absentismo laboral, adaptación de espacios en las empresas, mayor consumo de alimentos y energía, incluso un importante gasto extra de combustible en líneas aéreas y demás medios de transporte.

  • España destina aproximadamente el 7% del gasto sanitario anual al tratamiento del sobrepeso y la obesidad (somos el 2º país de la Unión Europea en número de niños obesos y con sobrepeso).

  • En EEUU, el coste de la obesidad se estima en 153.000 millones de dólares al año, mientras que en Europa esta cifra suma 160.000 millones de dólares.

  • La obesidad eleva los costes de atención sanitaria un 50% cada año, más que el tabaquismo (20%).

  • El Reino Unido, que tiene un sistema sanitario bastante parecido al español, dedica 6.430 millones de euros anuales a tratar enfermedades derivadas del sobrepeso. Para que nos hagamos una idea esto es más que los 4.150 millones de euros que gasta en enfermedades derivadas del tabaquismo.

A la igual que en los paises subdesarrollados la gente muere por desnutrición, en los paises desarrollados se está empezando a ver el punto contrario (aunque debemos matizarlo): si bien podría decirse que la gente muere por comer mucho, deberíamos matizar que mueren por comer mucho y muy mal, pues la gran parte del aporte calórico en los paises desarrollados corresponde a alimentos ultraprocesados.

Bibliografía consultada | The impact of obesity on the musculoskeletal system (I Caterson et al, 2007), A pilot study of the effects of behavioral weight loss treatment on fibromyalgia symptoms (Shapiro JR et al, 2005), Blood transfusion, smoking, and obesity as risk factors for the development of rheumatoid arthritis: results from a primary care-based incident case–control study in Norfolk, England (Simon DP et al, 1997), Smoking, obesity, alcohol consumption, and the risk of rheumatoid arthritis (Voigt LF et al, 1994), Cómo hacer frente a la obesidad en España (The Economist Intelligence Unit, 2016)

Imágenes | iStock

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