Guía de las 7 pruebas médicas que no puedes saltarte para la prevención del cáncer

Adaptando un poco la frase, y sin ánimo de ser alarmista, más vale prevenir que morir. Nuestro escudo de prevención es un estilo de vida saludable: alimentación, actividad física, estrés, tabaquismo... 

Realizarnos pruebas médicas que van desde una analítica de sangre a otras más profundas que describiremos en el artículo, nos dará un tiempo muy valioso para evitar que el cáncer se haga más importante y sea más complicado de eliminar.

Para el desarrollo y recomendaciones de las diferentes pruebas nos basamos en dos publicaciones actualizadas de la revista CA: A Cancer Jorunal for Clinicians que nos hablan de las estadísticas de cáncer en 2021 y una revisión completa de las pautas actuales para la detección del cáncer. 

En la mujer el cáncer de mama es el más diagnosticado, seguido por el de pulmón y colorrectal. El principal cáncer al que se enfrentan los hombres es el cáncer de próstata, seguido también del cáncer de pulmón y colorrectal. Por tanto, los principales cánceres son: próstata, mama, colorrectal y pulmón.

El tabaco le da ventaja a nuestro enemigo

El diagnóstico y tratamiento del cáncer se han visto obstaculizados en 2020 por el COVID-19. Hasta ese momento, la disminución del tabaquismo y las mejoras en la detección y tratamiento tempranos de cáncer han logrado disminuir de forma considerable la mortalidad por cáncer en las últimas tres décadas.

El cáncer de pulmón es causado directamente por el tabaquismo. De hecho, los fumadores que dejan de fumar antes de los 40 años podrían reducir su riesgo de muerte por enfermedades relacionadas con el tabaquismo en aproximadamente un 90% con respecto a si continuasen fumando.

En consecuencia, la primera prueba que debemos pasar, aunque no es médica, es lograr dejar de fumar. Si además practicamos actividad física diaria, cuidamos nuestra alimentación y vivimos sin estrés, nuestras probabilidades de desarrollar un cáncer disminuirán considerablemente. 

Cáncer de mama

Mamografías

La mamografía es un tipo de radiografía enfocado en las mamas. La Sociedad Americana de Cáncer recomienda que las mujeres de 45 años o más deben someterse a mamografías periódicas. Entre 45 y 54 años se recomienda una prueba anual. Con 55 años o más se podría hacer una detección bianual o continuar como antes, con una prueba al año.

La Sociedad Americana de Cáncer no establece un limite de edad para dejar de realizarnos la prueba, especificando que a partir de los 70 años debe seguir realizándose a mujeres con buena salud y con al menos diez años de longevidad proyectada.

Imágenes por resonancia magnética

La resonancia magnética es recomendada en grupos de mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama. Ese alto riesgo depende de determinadas mutaciones genéticas, historial familiar de cáncer de mama, etc. Este tipo de prueba utiliza potentes imanes y ondas de radio para buscar síntomas de cáncer y se realizaría de forma anual junto con la mamografía.

Cáncer de próstata

El cáncer de próstata es el cáncer más común diagnosticado en hombres. La incidencia y mortalidad del cáncer de próstata podrá disminuirse si realizamos las pruebas pertinentes. La Sociedad Americana contra el cáncer estableció unas directrices para la detección temprana del cáncer de próstata.

En ella se describe como existen diversas pruebas que nos permiten la detección temprana del cáncer de próstata y su tratamiento. Es necesario comentar que pueden darse también falsos positivos o falsos negativos y que la detección precoz y tratamiento no siempre evitan la muerte. Así como los efectos secundarios de todo tratamiento farmacológico.

En cualquier caso, los hombres a partir de los 50 años es recomendable que conozcamos los riesgos y beneficios de las pruebas y tratamiento. Los factores que aumentan el riesgo son: ser afroamericano, tener antecedentes familiares con cáncer de próstata y tener una edad avanzada.

Prueba del antígeno prostático específico

Es una prueba que mide la concentración de una sustancia que se produce en la próstata. Se analiza con una extracción de sangre y en función del nivel de la sustancia se actúa de diferente manera. Si los resultados muestran concentraciones muy bajas no hay mayor problema y simplemente debemos regresar a los dos años para realizar otro chequeo rutinario.

Si las concentraciones no son altas, pero son sospechosas nos recomendarán volver a hacerla un año después, o se procederá a un estudio más exhaustivo con otro tipo de pruebas como el tacto rectal.

Tacto rectal

Es un examen manual en el que la persona entrenada para ello introduce un dedo en la parte inferior del recto para palpar la próstata y detectar si existe algo extraño. Este examen, junto con la prueba del antígeno prostático específico, nos aportarán los resultados.

Cáncer de pulmón

Al igual que con el cáncer de próstata, se nos informará de diferentes puntos para tomar la decisión de iniciar las pruebas de detección temprana de cáncer de pulmón. Una vez leídos y entendidos esos beneficios, limitaciones y daños, podremos comenzar con las pruebas pertinentes.

Tomografía computarizada helicoidal de dosis baja

La prueba consiste en acostarse en una mesa mientras la máquina de rayos X toma imágenes de nuestros pulmones. Se realiza en unos minutos y nos arrojará los resultados necesarios para conocer nuestra situación respecto al cáncer de pulmón.

La guía de la Sociedad Americana de Cáncer recomienda la detección anual del cáncer de pulmón con tomografía computarizada helicoidal de dosis baja en adultos de 55 a 74 años que: 1) Actualmente fuman o han dejado de fumar en los últimos 15 años; 2) Fuman o han fumado al menos 30 paquetes de tabaco al año.

Cáncer colorrectal

Es uno de los principales diagnósticos de cáncer, tanto en hombres como mujeres, que también ha ido reduciendo su incidencia y mortalidad gracias a la prevención y detección temprana. Por el contrario, varios factores de riesgo como la obesidad, diabetes tipo II y un estilo de vida sedentario han aumentado de forma preocupante el riesgo de cáncer colorrectal.

Los adultos de 45 años o más con riesgo de cáncer colorrectal es recomendable que se sometan a principalmente a las dos siguientes pruebas. Y para aquellos de 50 años o más la recomendación pasa a ser más importante.

Prueba inmunoquímica fecal

La prueba inmunoquímica fecal analiza la sangre oculta de las heces ya que nos da información sobre un posible cáncer de colon. Para realizarla debemos seguir las instrucciones que nos indique nuestro médico para la entrega de la muestra fecal.

Es recomendable realizarla anualmente. Es útil ya que en caso de resultados sospechosos nos recomendarán realizarnos la siguiente prueba: la colonoscopía. Y en caso de estar todo en orden, bastará con esta prueba de heces.

Colonoscopía

La colonoscopia puede realizarse cada 10 años, siempre que los resultados de la prueba anterior sean correctos. El médico introduce un instrumento con una pequeña cámara hacia nuestro intestino grueso en busca de posibles anomalías como tejido inflamado, bultos o úlceras.

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