Vivir cerca de una zona verde puede reducir los niveles de presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. ¿A qué se debe? Una reciente investigación publicada en American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology explora por primera vez la relación entre espacios verdes, contaminación y salud vascular aportando hallazgos novedosos en este campo.
Algunos factores que nos hacen más saludables por vivir cerca de una gran zona verde
Si vivimos al lado de Central Park en Nueva York, del Retiro en Madrid o de cualquier zona verde en el resto del mundo, nuestra salud cardiovascular está de suerte. Tres son las causas principales de ello:
- Facilidad para realizar actividad física al aire libre. Tener un parque cerca nos da la facilidad de un lugar donde salir a correr, atar nuestro TRX o nuestras bandas elásticas y entrenar el cuerpo completo, etc.
- Menor estrés mental. El ruido y la sensación de estar encerrado, aún estando fuera de casa, afecta mucho a nuestra salud mental. Una zona verde nos aporta la posibilidad de “escapar de la ciudad” y disminuye en gran medida esa contaminación acústica.
- Alto poder adquisitivo. En una ciudad grande no todo el mundo puede permitirse el lujo de tener árboles y flora diversa cerca. Ese nivel de ingresos también está relacionado con nuestra salud cardiovascular por diferentes causas.
Contaminación del aire y salud cardiovascular
Lo novedoso de la reciente investigación es que observaron la rigidez arterial de personas con riesgo moderado-alto de enfermedad cardiaca según la distancia a la que tenían una zona verde. Examinaron también los niveles de ozono y las partículas tóxicas para evaluar la contaminación del aire.
Advirtieron que los participantes que vivían a menos de 200 metros de una zona verde tenían menor rigidez arterial, y mejor salud de sus vasos sanguíneos, que aquellos que vivían más alejados. Y ello se debe a que a que la vegetación disminuye los niveles de ozono y partículas tóxicas en el aire, lo que ayuda a nuestros vasos sanguíneos a funcionar mejor.
Conclusión: más allá de la facilidad para realizar actividad física, para disminuir nuestro estrés mental o porque tenemos un alto poder adquisitivo, una zona verde al lado de casa podría proteger nuestra salud cardiovascular reduciendo en gran medida la contaminación del aire.
En consecuencia, y según este estudio, uno de los principales filtros que tendríamos que seleccionar en nuestra búsqueda de vivienda es que haya un gran parque a menos de 200 metros.
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