Las cuatro fases por las que pasamos para aprender cualquier habilidad técnica: así se aplican a nuestro entrenamiento

¿Recuerdas tu primera clase de coche? Asiento, retrovisor, espejos, cinturón… Uno por uno, y con toda la concentración puesta en ello. Años más tarde todo sale en un movimiento armónico y sin prestarle ni atención. Con las habilidades técnicas ocurre lo mismo, pasamos por diferentes fases hasta que lo hacemos sin darnos cuenta.

Quizá has escuchado alguna vez que tenemos que practicar 10.000 horas para dominar un instrumento o para dominar una habilidad. Y en todas esas horas vamos avanzando por diferentes fases, como con el manejo de nuestro coche. Pero para progresar de una fase a la siguiente no basta con practicar. Tenemos que practicar deliberadamente como comenta Ángela Duckworth.

Las cuatro fases para aprender una habilidad técnica

La diferencia entre practicar y practicar deliberadamente es que en la primera simplemente ejecutamos y repetimos, mientras que en la segunda ejecutamos, corregimos y repetimos. La forma más rápida para avanzar entre fases es contar con un entrenador personal que te instrucciones precisas. Y la otra opción, más lenta y menos segura, es darte tú mismo el feedback para corregirte.

Incompetente insconsciente

La primera fase es cuando somos incompetentes inconscientes. Hacemos mal el gesto, pero no lo sabemos. Si no cuentas con nadie que te corrija, coge tu móvil y graba tus ejercicios. Compara después tu ejecución con el ejercicio bien realizado y observarás en que estás fallando. Puede ser la posición de los pies, inclinar el tronco excesivamente, etc.

En esta fase los ejercicios deben ser fáciles. Si ponemos como ejemplo una sentadilla y nos vamos directamente a una sentadilla con barra será inviable tener en cuenta todo lo necesario: pies, rodilla, cadera, codos, mirada… Por ello, deberemos comenzar con algo simple como una zancada estática.

Incompetente consciente

En la segunda fase somos incompetentes conscientes. Nos hemos dado cuenta de lo que hacemos mal, pero nos cuesta mucho trabajo corregirlo. Para abordar esta fase con garantías y pasar a la siguiente debes centrarte en un objetivo cada vez. Debemos seguir grabándonos para compararlo con una ejecución correcta y poder corregirlo.

Si ponemos como ejemplo el press de banca vamos a fijarnos primero en corregir los codos, y después nos centraremos en el arco lumbar, luego en los pies, y así en todo hasta poder corregir esos detalles que nos cuestan.

Competente consciente

Una vez ya hemos ido corriendo los detalles uno por uno, pasamos a ser competentes conscientes. En esta fase sabemos cuando estamos haciendo algo mal, porque lo notamos al hacer el movimiento, pero tenemos que poner nuestra atención en corregirlo. Aquí ya tenemos nuestro sistema bien calibrado y sabemos que ha fallado aún sin verlo en vídeo.

Competente insconsciente

La cuarta y última fase es la competencia inconsciente. Después de muchas y muchas repeticiones ya hemos automatizado el movimiento y lo hacemos bien sin pensar en ello. Aquí se encuentran los halterófilos de los JJOO, los powerlifters mundiales, Michael Jordan o Leo Messi.

Todos ellos han pasado por las cuatro fases y hacen sus movimientos sin pensar en ello. Piensan en levantar la barra rápido o meter el balón en la red. Es difícil parecernos a ellos en su nivel de maestría, pero en lo que sí nos parecemos es en que todos lo hacemos mal al principio.

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