Hablar de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es hablar de una de las enfermedades altamente incapacitares si no se detectan y tratan a tiempo. Por desgracia, es bastante común hoy en día, y se caracteriza por presentar dos versiones: la que presenta una bronquitis crónica (con una tos prolongada con moco) y la que presenta un enfisema (que provocará un daño en los pulmones con el paso del tiempo).
Además de como hobbie, la actividad física puede ser en muchas ocasiones como tratamiento para determinadas enfermedades. Y Una de estas enfermedades que pueden tratarse mediante la prescripción de ejercicio físico es la conocida como EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).
Conociendo la EPOC: causas y síntomas más comunes
La EPOC es una enfermedad pulmonar caracterizada por una reducción persistente en el flujo de aire. Los síntomas empeoran gradualmente y la disnea, que es persistente y al principio se asocia al esfuerzo, aumenta con el tiempo hasta aparecer en reposo. Además, no siempre se llega a diagnosticar y como consecuencia de ello puede ser mortal. También podemos encontrar las referencias "bronquitis crónica" o "enfisema" para hablar de ella.
Ambas formas de EPOC (bronquitis y enfisema) pueden darse de forma simultánea en el paciente o una de ellas acabar derivando en la otra. Por ello, es muy importante prestar atención a los posibles síntomas para poder tratarlas lo antes posible.
- Bronquitis crónica: podríamos establecer la similitud, para entendernos, entre la bronquitis y la arterioesclerosis. Si en la arteriosclerosis las arterias se estrechan por la acumulación de grasa, en la bronquitis el estrechamiento se va a producir por la inflamación de la mucosa bronquial y el aumento en la producción de moco.Dos efectos de la bronquitis es la disminución de la acción de los cilios bronquiales (encargados de expulsar la mucosa al exterior) y la reducción de la acción defensiva de los leucocitos (lo cual implica un descenso en la actividad del sistema inmunológico y el aumento de posibles infecciones).
- Enfisema: enfermedad pulmonar en la que se produce daño o debilitamiento de los alveolos. Existe una destrucción progresiva de los alvéolos y el tejido que los sujeta, produciéndose la inflamación permanente de los mismos.
Cuando la enfermedad pulmonar está más avanzada, se presentan grandes quistes de aire donde antes se hallaba tejido pulmonar normal y el aire queda atrapado en los pulmones debido a la falta de tejido de apoyo (lo cual disminuye la oxigenación). Los casos de asma crónica con obstrucción del flujo aéreo no reversible tienen unas características clínicas que hacen muy difícil su diferenciación de la EPOC.
Causas y síntomas más comunes de la EPOC
La EPOC tiene una evolución lenta y, por norma general, se manifiesta a partir de los 40 o los 50 años de edad. Sus síntomas más frecuentes son la disnea (dificultad para respirar), la tos crónica y la expectoración (con mucosidad). A medida que la enfermedad empeora, los esfuerzos del día a día como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta, o incluso las actividades cotidianas, pueden hacerse muy difíciles.
Los pacientes sufren frecuentes episodios más intensos de disnea, tos y expectoración, que pueden durar de días a semanas. Estos episodios pueden ser muy incapacitantes, requieren atención médica de urgencia (incluso hospitalización) y, en ocasiones, pueden ser mortales. Además, si de pequeño el paciente ha sufrido repetidas infecciones pulmonares, puede estar más predispuesto a sufrir EPOC de adulto.
Como causas más respetables cuando hablamos de EPOC podemos citar, principalmente, el tabaquismo (si bien nadie está libre de sufrir EPOC, podríamos decir que esta enfermedad es exclusividad de los fumadores) o humos, vapores e irritantes químicos utilizados en la industria (si la exposición es lo suficientemente prolongada como para que empiecen a causar efectos).
Posibles complicaciones de salud relacionadas con la EPOC
Como toda enfermedad, la EPOC puede traer asociadas una serie de complicaciones que afecten a nuestra salud general, y algunas de ellas pueden ser: arritmias cardíacas, necesidad de usar un oxigenado (oxigenoterapia), insuficiencia cardíaca derecha o "cor pulmonale" (inflamación del corazón e insuficiencia cardíaca debido a enfermedad pulmonar crónica), neumonía, neumotórax, pérdida de peso y/o desnutrición, osteoporosis, debilidad y el aumento de la ansiedad.
Relación entre la contaminación y la EPOC
Debemos partir de la base de que actualmente existe poco documentación relevante sobre la relación entre la contaminación atmosférica de las grandes ciudades y su correlación con la EPOC, pero si parece haber una relación entre ciertos trabajos y las probabilidades de sufrir EPOC: mineros del carbón, trabajadores que realicen su labor en túneles o fabricantes de hormigón, son algunos de los colectivos que podrían ver aumentadas las posibilidades de sufrir esta enfermedad.
En 2015, A. Parrilla y M. Armas publicaban un artículo en la sección de Atusalud del diario La Razón titulado "La contaminación provocará EPOC en personas sanas". A pesar de esto, no debemos caer en el alarmismo. Decir que existen más probabilidades no quiere decir que vayamos a sufrir la enfermedad, y en el artículo, lo señalan en la introducción: "Aunque no se trata de causa y efecto...".
Tratamiento general de la EPOC
Si bien no existe ninguna cura para la EPOC, si que podemos señalar una serie de medidas que, de adoptarse y seguir, pueden aliviar los síntomas de la misma e impedir que ésta vaya a más. Algunas de estas medidas podrían ser:
- Dejar de fumar: si antes decíamos que esta enfermedad es exclusiva de los fumadores, salvo excepciones, es lógico señalar que la primera medida a adoptar para su tratamiento sea dejar el tabaco.
- Uso de medicamentos indicados para tratar la EPOC como puede ser broncodilatadores, antiinflamatorios para reducir la inflamación de las vías aéreas (bronquios), determinados antibióticos o esteroides inhalados que ayuden a reducir la inflamación.
- En casos graves, podríamos llegar a necesitar esteroides por vial oral o intravenosa, broncodilatadores a través de un nebulizador, oxigenoterapia o asistencia durante la respiración a través de una máscara (BiPAP).
Tratamiento de la EPOC mediante el ejercicio físico
A pesar de ser una enfermedad que ataca al sistema respiratorio y reduce el volumen de aire que podemos inspirar, el ejercicio físico puede utilizarse como tratamiento de esta enfermedad y para aprovechar los beneficios, en caso de realizar los ejercicios adecuados, que puede proporcionarle al paciente para ayudarle a mejorar su calidad de vida.
Para que el tratamiento sea funcional, debemos tener en cuenta la combinación de ejercicios de fuerza y resistencia tanto de miembros superiores como inferiores (no necesariamente es poner el paciente a hacer bici y olvidarnos). Además, es importante que dentro de todos los ejercicios, enseñemos a respirar de forma correcta al paciente y reforcemos los músculos respiratorios (como todo entrenamiento de fuerza, presentará beneficios para el paciente).
Es importante precisar que, si este plan de actividad física no se mantiene en el tiempo, los beneficios que hayamos ido logrando tenderán a desaparecer con el paso del tiempo y el paciente sufrirá una recaída, por lo que se antoja indispensable concienciar al paciente de la importancia de mantener estos hábitos a lo largo del tiempo.
Entrenar los músculos que intervienen en el proceso respiratorio se antoja necesario cuando hablamos de tratamientos para la EPOC.
- Entrenamiento de fuerza de los músculos inspiratorios: es parte esencial en la rehabilitación de los pacientes con EPOC. Para ello, se utilizarán técnicas de entrenamiento específico de los músculos inspiratorios ya que existe una alteración de la función muscular secundaria al incremento del trabajo respiratorio.
Se emplea con la finalidad de mejorar la fuerza y la resistencia de los músculos entrenados, lo que trae como consecuencia una reducción en la sensación de disnea para una ventilación adecuada y un incremento de la tolerancia al ejercicio. El entrenamiento de fuerza puede lograrse realizando maniobras repetidas de presiones máximas o respirando contra una resistencia inspiratoria.
- Entrenamiento de los músculos espiratorios: a pesar de que no se dispone de mucha información y estudios al respecto, este punto ha ido cobrando importancia en los últimos tiempos. La fuerza de los músculos espiratorios se ha evaluado convencionalmente a través de la medición de la presión espiratoria máxima de la boca.
- Entrenamiento de resistencia de los músculos respiratorios: se realiza mediante maniobras de hiperventilación o procedimientos de respiración contra-resistencia.
- Entrenamiento de las extremidades superiores e inferiores: existen dos tendencias actuales en el entrenamiento físico: la realización de ejercicio de alta intensidad y la que mantiene la utilidad del ejercicio submáximo. Para las extremidades inferiores se puede utilizar la bicicleta estacionaria, banda sin fin o caminata, solos o en combinación, logrando un acondicionamiento muscular y una mejor adaptación cardiovascular y respiratoria para un mismo nivel de trabajo siempre y cuando se cumpla con el nivel de intensidad recomendado (60-80 % del nivel de trabajo máximo).Para las extremidades superiores es muy aconsejable incluir en los programas de ejercicios físicos el entrenamiento con pesas y ejercicios contra-resistencia como el remo para mejorar la resistencia y fuerza de los brazos para realizar actividades de la vida diaria.Algunas contraindicaciones para el entrenamiento muscular son: fallo respiratorio agudo, fatiga muscular, fallo cardiaco, hipertensión pulmonar severa, arritmias graves y enfermedad coronaria.
Este artículo fue originalmente publicado por Miguel Fitness en octubre de 2017 y ha sido revisado para su republicación.
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