Inspirarnos en los más grandes para mejorar es algo positivo: tener como modelos a personas que han conseguido antes que nosotros aquello en lo que nos queremos convertir es una de las estrategias más usadas para alcanzar objetivos. Pero no nos olvidemos de que nuestro mayor competidor se encuentra siempre delante de nosotros cuando nos miramos al espejo: "compárate a ti mismo con la persona que eras ayer".
Todos somos diferentes, todos tenemos algo que nos hace únicos. Además, nos vemos influenciados por el entorno que nos rodea, nuestras circunstancias personales y las personas que están a nuestro lado. Tus circunstancias nunca serán iguales a las de otra persona, por lo que es importante que no nos comparemos de forma obsesiva con los demás. Inspírate en su ejemplo, pero evita compararte con ellos.
La mayor competición que llevamos a cabo cada día es la de ser nuestra mejor versión, una versión mejorada de aquello que éramos ayer. Registra tus progresos y observa tus mejoras: aprende a conocerte y a saber lo que es mejor para ti.
Busca inspiración fuera, pero no olvides que la motivación más fuerte y duradera es aquella que nace dentro de nosotros mismos.
Imagen | Pinterest En Vitónica | Motivación y deporte: ¡sin excusas!
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