Cuando se trata de trabajar el músculo en el gimnasio, no debemos olvidar hacer estiramientos para mejorar nuestra flexibilidad, sobre todo al final de la sesión. Un músculo flexible es un músculo más funcional y con menos probabilidad de lesiones.
En el calentamiento previo, antes de empezar la sesión, no es aconsejable hacer estiramientos estáticos muy intensos, ya que esto puede perjudicarnos a la hora de hacer pesas. Al principio, haremos ejercicios de flexibilidad dinámicos, o estáticos pero sin ser muy intensos.
Al acabar la sesión de pesas es donde debemos prestar más atención a la flexibilidad de nuestros músculos. Al haber estado entrenando contrayéndolos repetidamente, ahora les vendrá muy bien unos ejercicios de flexibilidad, para evitar contracturas musculares y que con el paso de los días el músculos pierda amplitud de movimiento.
Incluso es una buena opción, dedicar una sesión exclusiva de estiramientos una vez cada siete o diez días. La hipertrofia muscular puede motivar una pérdida de flexibilidad a la larga, después nos costará mucho adquirir la flexibilidad perdida. Hay un buen repertorio de estiramientos para cada grupo muscular, puedes confeccionar tu propia tabla.
Recuerda que tu entrenamiento no termina en la última repetición de la última serie, dedica unos minutos a estirar los músculos que has trabajado. Eso sí, siempre teniendo en cuenta no pasarte con el grado de estiramiento, sobre todo si el músculo está muy fatigado por el entrenamiento.
Imagen | U.S. Army
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