Podemos reducir el riesgo de multiplicación y propagación de las bacterias Legionella pneumophila. Especial cuidado tenemos que considerar en los sistemas de agua como grifos, bañeras de hidromasaje, fuentes, tanques de agua y aires acondicionados. Esos cuidados pueden ser realizados tanto por los propietarios de piscinas y demás servicios, como nosotros al ser sus usuarios.
La legionela, nombre común que se asigna a la enfermedad causada por la bacteria Legionella pneumophila, se produce en una de sus dos formas de enfermedad: infección pulmonar o enfermedad del legionario (neumonía con fiebre alta); fiebre de Pontiac (síndrome febril agudo).
Esta enfermedad está localizada en todas las partes del mundo y proviene del agua, ya sea en un ambiente acuático natural o en mayor medida de sistemas acuáticos artificiales que propician entornos para el crecimiento y propagación de la bacteria.
Claves para prevenir la enfermedad del legionario
La enfermedad del legionario o la fiebre de Pontiac es aquella causada por el citado germen Legionella pneumophila. Podemos notar sus síntomas si cursamos fiebre, tos, dificultad para respirar y otros síntomas después de haber estado en una piscina cubierta, jacuzzi, spa o simplemente por un mal estado del agua del aire acondicionado en un circuito cerrado.
Suele ocurrir a personas como nadadores que están en contacto con las gotas de agua (neblina) de una piscina, o en personas que acuden a algún lugar con esa neblina como un spa o un jacuzzi.
Principal cuidado en los jacuzzis y spas
En las zonas de agua el nivel y el pH del agua deben ser adecuados para evitar la propagación de gérmenes como la legionela, entre otros muchas infecciones que pueden ocurrir en las piscinas. Es debido a que la Legionela se encuentra en lugares de agua dulce como lagos, arroyos, etc.
Si ese agua se encuentra en sistemas creados por el hombre como piscinas, jacuzzis, spas, etc. la Legionela se puede volver más peligrosa ya que puede crecer y reproducirse si no se desinfectan y se limpian adecuadamente.
Como personal responsable de estos lugares con agua estancada es obligatorio cumplir con unos requisitos de salubridad para evitar infecciones por legionela entre otras que pueden producirse en piscinas, jacuzzis, etc.
Como usuarios de un servicio publico o como propietarios de alguna piscina en casa tenemos acceso a tiras reactivas que nos informarán si el agua está en condiciones correctas. El cloro libre deberá estar en tres partes por millón, el bromo debe ser de cuatro a ocho partes por millón y el pH debe estar entre 7,2 y 7,8.
Vigila los estancamientos de agua también en el exterior
Es menos común que ocurra en un espacio exterior donde no se genera esa neblina por vapor de agua. Pero sí puede llegar a ocurrir si no realizamos las labores de mantenimiento en estanques, fuentes o cualquier instalación.
Elimina la suciedad de forma frecuente y depura el agua si cuenta con un sistema de depuración. También realizaremos una desinfección continua del agua y controlaremos la temperatura, principalmente en verano.
Grifería y elementos de agua en casa
Si utilizas filtros de agua en grifos, duchas o cualquier lugar de casa es necesario mantenerlos limpios. En aquellos lugares donde no utilicemos los filtros de forma frecuente en recomendable purgarlos una vez a la semana.
En algún momento del año, con una vez es suficiente, podemos desinfectar todos los filtros y difusores de agua. Para ello basta con dejarlos durante 30 minutos en un litro de agua con diez gotas de lejía, evitaremos así la concentración de bacterias que pueden producir enfermedades.
Los aires acondicionados de casa no tienen riesgo de transmisión de legionela porque no es un sistema cerrado de agua. Sin embargo en grandes superficies como un centro comercial si es necesario que se realice el mantenimiento recomendado por el fabricante.
Imágenes | iStock, Pixabay
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