"A mí me echaban mercromina": estas son las razones por las que ya no se utiliza para desinfectar las heridas

El comportamiento humano cambia y la medicina avanza. Hace 30 años era común ver a los niños con pantalones rotos por las rodillas y una gran herida que había que curar. Ahora hay mejores métodos para hacerlo, pero menos "heridas en las rodillas", qué paradoja, ¿no? La mercromina, ese líquido rojo que quiénes lo hemos utilizado nos transporta a recuerdos de la infancia, ha dejado paso a otros actuales como los espráis de clorhexidina. Estas son las razones del cambio, para bien, del uso de desinfectantes para las heridas.

Mercromina: ¿lo hemos hecho mal todo este tiempo?

"Si escuece es porque está curando" es la frase que decían nuestros padres cuando nos echaban agua oxigenada en la herida para desinfectarla. Sin embargo, cuando utilizaba mercromina no escocia, ¿sería porque no estaba curando? Puede ser que sí, que esa asociación fuese cierta, pero no por el escozor.

La mercromina dejó paso al Betadine, y de ahí surgieron otros desinfectantes más efectivos para desinfectar como los espráis de clorhexidina. Estas opciones más actuales son más fáciles de aplicar en las heridas superficiales y evitar que se "infecte", que es el término que utilizamos para referirnos a la proliferación de microorganismos en estas zonas dañadas y expuestas.

¿La mercromina desinfecta?

Pensábamos que la mercromina era eficaz para evitar que se "infectase" la herida, pero no estábamos en lo cierto. Este líquido rojo evita que las bacterias se multipliquen, pero no las elimina. Además, cuando entra en contacto con la sangre se inactiva, por lo tanto, hemos tenido las rodillas rojas con una mezcla de sangre y mercromina sin un sentido claro.

Otras sustancias que tenemos en el botiquín como el Betadine, el agua oxgigenada y la clorhexidina sí son más eficaces porque no se inactivan al entrar en contacto con la sangre, y destruyen los microorganismo patógenos que puedan "infectar" la herida.

Lo que no vimos al utilizar mercromina

El rojo icónico de la mercromina no dejaba ver con claridad el estado de la herida, por lo que no sabíamos si estaba mejorando o empeorando. Los desinfectantes actuales como los espráis de clorhexidina son transparentes, por lo que eliminan ese inconveniente.

La mercromina podía causar sarpullidos en la piel, conocido como dermatitis de contacto. El agua oxigenada reseca la piel y retrasa la cicatrización. ¿Entonces qué hago? Al limpiar una herida con estos métodos que resecan la piel, es recomendable utilizar una loción hidrante, de forma que la piel no esté tirante y la cicatrización sea rápida y completa.

Para esos "jugones" que aún se raspan las rodillas

El esprái de clorhexidina es el desinfectante mejor posicionado actualmente para limpiar una herida: deja ver a través de él; elimina gran cantidad de bacterias en poco tiempo; y apenas produce escozor. La mejor forma de utilizar este, u otros desinfectantes, es la siguiente:

  • Lavarnos las manos.
  • Limpiar la herida con agua y jabón.
  • Eliminar posibles restos de piel muerta o impurezas adheridas a la herida
  • No utilices algodón en el proceso porque sus fibras pueden desprenderse y pegarse a la herida.
  • Aplicamos el antiséptico, siendo el esprái de clorhexidina la mejor opción, pero también son útiles otros como el Betadine. Eso sí, uno u otro, pero no ambos.

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Imágenes | Farmacia Jimenez, Zinkevych (iStock), SbytovaMN (iStock)

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