Así sorprendió Bryan O'Keeffee a su familia al regresar con 63 kilos menos tras una desconexión de siete meses

Imagina que estás siete meses sin ver a un familiar o amigo. La última vez que lo viste pesaba unos 153 kg, pero ahora después de esos meses pesa 90 kg, por lo que ha dejado 63 kilos por el camino de manera natural. Esa es la historia de Bryan O'Keeffee, un irlandés que decidió desaparecer para darle una impactante sorpresa a regresar a casa.

La transformación física de Bryan O'Keeffee después de desaparecer siete meses

Bryan O'Keeffee guarda una impactante historia de transformación física, no por la pérdida de peso en sí misma, sino por la forma de llevarla a cabo. Hace algunos años comprendió que le era imposible perder peso con su familia y amigos cerca porque no podía dejar de ir a cenar con ellos o de barbacoa.

Aunque lo ideal es llevar a cabo el proceso de pérdida de peso controlando estos aspectos, Bryan decidió alejarse de su debilidad y desconectó de todo. Se mudó a la naturaleza, desconectó de redes, avisó a sus amigos y familiares y comenzó su cambio drástico.

Un sí, pero no

En una de sus publicaciones en redes sociales, Bryan escribía lo siguiente: en 7 meses nunca me tomé un día libre. Perdí la cuenta de la cantidad de lesiones que sufrí, pero me negué a rendirme y seguí entrenando a pesar del dolor. Cada día, intentaba hacer una repetición más, una longitud más, un kilómetro más, cualquier cosa que pudiera hacer para mejorar un 1%.

En sus palabras encontramos que quería cumplir su objetivo a toda costa, pero no es ni de cerca la mejor idea. En su retiro de siete meses entrenaba durante horas y horas cada día, lo que le llevaba a lesionarse, como es normal. Nuestro cuerpo tiene unos límites que no debemos sobrepasar porque tarde o temprano pasarán factura física o mental.

La filosofía de "no excusas" es genial, pero hay que ser consciente de nuestras limitaciones. Más allá de ese detalle, la mentalidad de ponerse a trabajar con un foco hace que logremos lo que antes veíamos imposible sin esa focalización. Su hazaña fue plasmada por medios como The Irish Sun.

¿Cómo lo hizo?

Bryan perdió unos 63 kilos en siete meses, lo que son nueve kilos de media cada mes. Analizando que pesaba 153 kilos al inicio, perder nueve kilos en un mes puede ser demasiado, pero al bajar más peso al principio podrías estar dentro de unos límites.

Unos dos kilos por semana dan como resultado su espectacular cambio en su regreso a casa en una población cercana a Cork, Irlanda. En su muro de Instagram podemos ver cómo el entrenamiento de fuerza fue fundamental en el proceso, además del trabajo cardiovascular.

A día de hoy se define como "entrenador de pérdida de peso" y cuenta con varios programas que el mismo continúa realizando y compartiendo día a día en sus redes. Uno de ellos consiste en perder 25 kilos en 100 días, lo que no recomendamos.

Mensaje para llevar a casa

El caso de O'Keeffee nos ha impactado por la forma de llevar cabo su transformación física al desaparecer durante siete meses, pero consideramos que la pérdida de peso es una carrera de fondo, no un esprín. Alejarnos de algo para no caer en la tentación nos ayudará durante el tiempo que estemos lejos, pero ¿qué pasará cuando volvamos?

Lo ideal es controlar nuestra mentalidad y llevar a cabo la pérdida de peso de manera gradual e integrada con una vida cotidiana. Los programas como el citado anteriormente que venden perder 25 kilos en 100 días no son eficaces a largo plazo porque la vida es más que 100 días.

Al llevar a cabo programas drásticamente restrictivos durante un tiempo limitado podemos conseguir resultados, pero si no cambiamos los hábitos de raíz volveremos de nuevo a recuperar el peso perdido. Habremos sufrido y desgastado nuestra salud mental para nada.

De la historia de Bryan resaltamos el detalle de ponernos con el foco 100% en algo para obtener los máximos resultados. Si tu objetivo es perder peso, utiliza tus energías en ello. Si no eres capaz de cambiar la mentalidad, ponte en manos de un psicólogo; si no sabes cómo entrenar, ponte en manos de una entrenadora; si no sabes qué comer, ponte en manos de un dietista. 

Un compromiso real, aunque tendrá muchos (muchos) baches, poco a poco irá cogiendo forma y sin darte cuenta habrás cambiado hábitos y perdido peso. El primer paso es sentarte contigo mismo y estrecharte la mano con tu yo reflejado en el espejo para cerrar el trato que dará inicio al primer día de una nueva vida. Si es así, dentro de siete meses todo será muy diferente.

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Imágenes | Bryan O'Keeffee (Instagram y Tik Tok)