La ciencia aplicada a la salud está en constante búsqueda de los sucesos que nos hacen envejecer y enfermar para darle una posible solución Hace unos días, Nature, una de las mejores revistas científicas del mundo, publicó un artículo sobre un tipo de células que envejecen, pero se quedan ahí, conocidas como células senescentes. ¿Qué ocurre si las tenemos localizadas y sabemos qué hacer para eliminarlas?
Una mejor regeneración de tejidos pasa puede prolongar la vida
Nuestros tejidos tienen la capacidad de regenerarse, a veces más deprisa y otras más despacio. Dicha regeneración depende la coordinación entre las células madre y las células que las rodean. A medida que envejecemos la función regenerativa disminuye, en gran medida porque las células madre han ido acumulando daño con el paso del tiempo.
Una de las causas es la inflamación que tanto destacamos en Vitónica, así como el daño oxidativo. Estas dos características suelen darse en mayor medida en personas con obesidad, más aún si son sedentarias. Las células envejecen y sufren lo que se conoce como senescencia celular.
La senescencia abarca el envejecimiento de las células hasta que dejan de dividirse, pero no mueren. Con el tiempo grandes cantidades de células envejecidas o senescentes se acumulan en los tejidos del cuerpo. Estas células permanecen activas y liberan sustancias dañinas que producen inflamación y lesiones en las células vecinas.
Senescencia y regeneración de tejidos
Un artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista Nature ha profundizado sobre esas células envejecidas que no mueren, pero se acumulan, y su interacción con los procesos de reparación de tejidos. Los mecanismos no están claros, pero sí se ha comprobado que las células senescentes no son aliadas de la regeneración.
¿Por qué es importante este hallazgo? La reducción de células senescentes mejora la regeneración, por lo que un tratamiento que elimine estas células aumentará la capacidad de regeneración y fortalecimiento muscular.
En personas jóvenes sanas puede no tener mucha aplicación, pero las personas mayores que sufren sarcopenia (pérdida de masa muscular) pueden beneficiarse del uso de medicamentos que actúen contra esas células envejecidas que no facilitan la regeneración de los tejidos.
Regeneración de músculos, y mucho más
Los investigadores del artículo citado anteriormente de Nature han identificado diferentes tipos de células senescentes, han observado cómo actúan y han elaborado un plan de acción para atacarlas. Gracias a ello se puede limitar la acumulación de estas células que no se destruyen, "molestan" a las células sanas y segregan sustancias dañinas para nuestro organismo.
Al igual que las células musculares se beneficiarían al hacer que las células senescentes dejen de "estorbar", también pulmones dañados con fibrosis pulmonar, corazones después de un infarto y otros órganos podrían obtener también beneficios, aunque esto no se ha comprobado aún clínicamente.
Hay algunos fármacos ya aprobados para atacar a las células senescentes, pero aún falta mucho por descubrir y por aplicar. Sabiendo que en ratones la eliminación de células senescentes alarga la vida, veremos a ver dónde nos lleva esta línea de investigación en humanos
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