Cinco ejercicios de yoga para hacer directamente en la cama al despertarte y arrancar el día con energía

¿Qué es lo primero que haces nada más despertarte? La mayoría de las personas se despiertan con un sonido atronador del móvil, lo miran durante unos minutos y comienzan su día sin tener unos minutos entre el sueño y la vigilia. Te proponemos tomarte cinco minutos al despertarte para respirar, meditar e incorporarte poco a poco con estas posturas de yoga. Gracias a ellas es muy probable que tu estado sea más calmado, además de haber estirado y movilizado estructuras que han estado mucho tiempo en la misma posición durante el sueño.

Las cinco posturas de yoga que puedes hacer en la cama para comenzar tu día

El inicio y el final del día son los mejores momentos para meditar porque nuestro estado cerebral se encuentra en el estado más profundo sin llegar a estar dormidos.  Una estrategia que muchas personas usan es comenzar su día con algunos estiramientos y posturas de yoga desde la misma cama.

Al realizar yoga nada más abrir los y utilizar algunas técnicas sencillas de respiración iremos despertando progresivamente el cuerpo y la mente. En la misma cama se pueden hacer diferentes asanas antes de irnos a dormir, o al despertarnos, según nuestras preferencias y tiempo en cada momento del día.

Postura de la diosa tumbada (Supta Baddha Konasana)

¡Buenos días! Nada más despertarnos, comenzaremos con respiraciones profundas a la vez que salimos de nuestro letargo, pero añadiremos la unión de los talones de los pies y los llevaremos hacia nuestra pelvis lo máximo que podamos. Sostendremos esa posición mientras realizamos varias respiraciones profundas y damos la bienvenida a un nuevo día.

Postura de torsión cruzada (Supta Matsyendrasana)

Otro de los asanas que haremos al despertarnos será el de la postura de torsión cruzada para liberar las vértebras con un movimiento de torsión del tronco hacia un lado y las piernas al contrario. La cabeza deberá mirar hacia el lado al que llevamos el brazo.

Pose del bebé feliz (Ananda Balasana)

Después de toda la noche, nuestro cuerpo necesita estirarse cual gato antes de comenzar a moverse. Una de las posturas de yoga que podemos hacer nada más despertarnos es la pose del bebé feliz con la que estiraremos nuestro tren inferior y liberaremos tensión de la espalda.

Postura de liberación del viento (Ardha Pavanamuktasana)

Continuamos liberando vértebra a vértebra a vértebra y el tren inferior con esta cuarta opción en la nos agarramos una o ambas rodillas sin separar la cabeza ni la otra pierna, en caso de hacerlo con una pierna, de la cama. Recuerda controlar la respiración y puedes aprovechar para agradecer tres cosas que tengas en tu vida (algún aspecto de salud, familia, relaciones, etc.).

Postura de la pinza (Paschimottanasana)

Con la quinta postura ha llegado el momento de incorporarnos e intentar alcanzar nuestros pies con las manos. Al estar en la cama, puedes aprovechar la almohada si no llegas a agarrarte los pies y ponerla en tus muslos para dejar caer tu tronco sobre ella.

Al terminar con esta pose, comenzaremos el día de otra manera, habiendo estirado, agradecido y meditado durante unos minutos en el mismo tiempo que hubiésemos empleado en chequear el móvil.

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Imágenes | Andrea Piacquadio (Pexels)