Cuidar de otras personas puede darle significado a nuestra vida o quitárnoslo. Esto es lo que dice el último descubrimiento científico
Los padres cuidan de los hijos y, llegado el momento, los hijos cuidan de los padres. Ser un cuidador de una madre, un padre, cónyuge o persona de la familia puede ser muy estresante, incluso se ha posicionado como un factor de riesgo de depresión, pero un nuevo estudio ha mostrado que también puede suceder lo contrario.
Cuidar de otras personas puede ser bueno o malo, según se mire
Ser cuidador de un familiar o pareja tiene aspectos positivos y negativos. Al ver a un ser amado pasar por problemas de salud graves puede aumentar el riesgo de depresión, tanto por la emoción como por la situación.
A priori, uno puede pensar que los aspectos negativos de ser cuidador superan con creces a los positivos, pero la evidencia no siempre lo confirma. Un nuevo estudio ha descubierto que los cuidadores viven más que los familiares que no cuidan a la persona en cuestión, pudiendo ser la razón la experiencia positiva de tener un propósito en la vida y ver un significado en lo que hacen.
Los investigadores de la publicación de Advances in Life Course Research monitorizaron a un grupo de personas mayores de 50 años que tenían su madre viva. Después de rastrear los cambios en su salud mental cuando ocupaban el papel de cuidadores observaron que a medida que su madre empeoraba, los hijos se deprimían más.
Sin embargo, esa experiencia les servía para sentirse en paz con ellos mismos y a crecer. En cualquier caso, el papel de la salud pública ha de ser cuidar la salud mental de esta población que ocupa el papel de cuidador de un ser querido, ya que la moneda puede decantarse hacia el lado positivo y encontrar un propósito, o hacia el lado negativo y empeorar su salud mental a la vez que la otra persona se va apagando.
Todo depende de como se mire
Seguro que has escuchado, o pasado, la crisis de los 40 o de los 50. Esta etapa nos hace replantearnos la vida si no tenemos un propósito y vamos a la deriva. En esas situaciones, cuidar de otra persona o ayudar en comedores sociales, por ejemplo, nos dan ese significado que habíamos perdido.
Si miramos así el cuidado de una persona enferma o que se acerca a su muerte, el resultado será positivo. Si no aceptamos que la muerte nos llegará a todos y vemos el cuidado de nuestro ser querido como una obligación y no como un propósito de vida, el resultado será negativo. Muchos factores influyen en el final del cuidado de otra persona, pudiendo acercarnos a una depresión o una vida plena llena de significado.
Imágenes | National Cancer Institute (Unsplash), Dominik Lange (Unsplash), Jack Finngan (Unsplash)
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