The Wild Project realizó una entrevista a Joan Pradells hace unos días de casi cuatro horas, en las que dio tiempo para mucho. Jordi Wild tocó todos los temas posibles, incluyendo "el tema". En este artículo analizamos uno de los momentos principales de la extensa charla: el "derecho a morir" por un sueño. ¿Hasta qué punto poner nuestra salud y vida en peligro para conseguir un objetivo es valentía y hasta que punto es una temeridad?
¿Te cambiarías por Ronnie Coleman?
¿Te cambiarías por Ronnie Coleman? Esa pregunta de Jordi Wild a Joan Pradells es uno de los puntos más llamativos de la extensa entrevista, aunque por supuesto hay muchos otros temas interesantes: ilusión por un sueño, emprendimiento, ganas de crecer en totos los sentidos, trabajo diario, etc.
La cuestión viene fundamentada porque Ronnie es considerado por muchos, incluido Joan, uno de los mejores culturistas de la historia, pero desde hace bastantes años tiene dolores y muchos problemas para caminar.
Coleman se subió al trono del Mister Olympia en 1998 y solamente se bajó del primer escalón al segundo del podio en 2006 en uno de los "combates" más épicos del culturismo, cuando se midió a Jay Cutler. Durante ocho años consecutivos nadie le hizo sombra, y esa es la razón por la que Joan Pradells duda en la pregunta de Jordi Wild.
Si nos quedásemos sólo con el párrafo anterior, la respuesta es clara: cualquier culturista se cambiaría por Ronnie Coleman. El inconveniente es que el precio a pagar en su caso fueron muchas operaciones de espalda y tener que moverse con muletas y silla de ruedas.
Joan no supo que responder a esta pregunta, lo que ya indica que el culturismo profesional cruza las fronteras de la salud para lograr un sueño. Su tatuaje con la palabra 'obsessive' es un claro ejemplo de que Pradells no está probando en el culturismo, sino que va en busca de ganar un Mr. Olympia, el campeonato más importante del culturismo del mundo.
Shoot for the moon, pero ¿a qué precio?
El nombre de la empresa de Pradells es 'Shoot for the moon', haciendo alusión a que el culturista va en busca de la luna, y está haciendo todo lo posible por llegar hasta allí. En medio del podcast, y haciendo alusión a esta motivación por lograr lo máximo en el culturismo, surgió "el tema": la química.
Hace un par de semanas, por un error de edición, se observó en un clip de vídeo en su canal de YouTube como Joan Pradells se inyectaba algo en el hombro. Lejos de huir del tema, en el podcast se habló largo y tendido sobre ello. El culturista de moda español no quiere que se naturalice el consumo de sustancias dopantes, pero expuso lo que ya se sabe, y no es más que en el culturismo profesional es un requisito indispensable en la categoría Open.
Joan no ha tenido aún ningún efecto secundario por el consumo de anabolizantes, más allá de un susto cuando notó que se le caía algo de pelo, pero fue poco y pasajero. El problema es que no sabemos qué ocurrirá en el futuro, ya que estas sustancias tienen todo tipo de efectos secundarios, que pueden terminar en muerte, como ha ocurrido en varias ocasiones en la élite del culturismo.
Los efectos secundarios son aún más preocupantes en personas que no se dedican al culturismo profesional, y que se hacen con estos productos sin saber realmente qué se están tomando y cómo. El consumo de esteroides anabolizantes en la élite del culturismo está muy regulado y con profesionales que se dedican a ello.
A nivel amateur existe mucho más desconocimiento y es donde realmente aparecen muchos problemas. ¿Merece la pena jugárnosla por tener una ayuda a la hora de mejorar nuestro físico? Como Joan Pradells, cada uno tiene "derecho a morir", igual que a vivir, pero siempre conociendo todos los escenarios posibles.
Desde Vitónica desaconsejamos siempre el uso de drogas para mejorar la composición corporal y el rendimiento. Nosotros no nos cambiaríamos por Ronnie Coleman si el precio a pagar es hipotecar nuestra salud. En su lugar, es recomendable tener un estilo de vida saludable y entrenar, ya sea por salud, rendimiento o estética.
Eso sí, si sigues a Joan Pradells y al culturismo de élite, sabrás que estas sustancias no sirven de nada sin pasar horas y horas de entrenamiento cada día en el gimnasio, y sin una báscula en la cocina para medir cada comida de la dieta. Los esteroides anabolizantes no son una varita mágica que te hace ganar un Mr. Olympia sentado en el sofá comiendo palomitas.
Imágenes | Joan Pradells (Instagram)
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