El buen tiempo brinda multitud de momentos ideales para realizar ejercicio físico en familia, algo fundamental para transmitir los buenos hábitos a los más pequeños.
Aunque hay muchos estudios que lo avalan, no hace falta buscar muchas referencia para saber que si los padres son activos y hacen ejercicio con sus hijos, los pequeños tendrán más probabilidad de asimilar y continuar con esos buenos hábitos. Hacer ejercicio y actividades saludables en familia como forma de ocio es ideal para que los pequeños se acostumbren a este tipo de actividades.
Rutas en bicicleta o patines, paseos por la playa o la montaña, o bien deportes colectivos, cualquier modalidad es buena para que los niños se acostumbren a hacer ejercicio y lo vean como algo habitual y que, además, forma parte de sus momentos de ocio. Obligar a los pequeños sólo conseguirá que lo rechacen con más fuerza, por eso es interesante acostumbrarlos desde siempre a que las actividades saludables estén integradas dentro del estilo de vida familiar.
En el verano, actividades y juegos en piscina y la playa son la excusa ideal para que los pequeños disfruten a la vez que se acostumbran a estar activo. Es positivo fomentar estos hábitos y reforzar la asociación entre ocio y actividad física. De esta manera, cuando los niños vayan creciendo, es más probable que sigan considerando el ejercicio como algo que forma parte de su actividad cotidiana y que, además, les aporta satisfacción.
Imagen | Mike Baird
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