Acelerar la recuperación de la fatiga es vital para el rendimiento deportivo
Los baños en agua fría han ido ganando popularidad en los últimos años al ver sumergirse en agua helada a deportistas famosos como Cristiano Ronaldo y otros tantos. Este método ha sido aceptado por la población como válido para recuperarse después de un entrenamiento o competición, pero ¿es realmente así? Un nuevo estudio abarca este mito, además de debatir si en lugar de agua helada sería mejor agua caliente con ese objetivo de recuperarnos antes.
¿Baños de agua fría o caliente para recuperar?
Cuando entrenamos o competimos, sometemos a nuestra musculatura y todo el sistema a una determinada fatiga. Cuanto más intenso sea el entrenamiento o más tiempo dure la competición con cierta intensidad, la fatiga muscular será mayor, lo que hará que el cuerpo tarde más en volver a la normalidad.
Dicha fatiga aparece junto con una respuesta inflamatoria aguda que va desapareciendo con el paso del tiempo. En el alto rendimiento se busca recuperarnos de los entrenamientos y partidos lo antes posible, especialmente en etapas en las que competimos varias veces por semana.
La crioterapia es una de las técnicas de recuperación que vienen utilizándose para ello, especialmente las inmersiones en agua fría. El objetivo de este método es detener el daño muscular y la inflamación, aspecto que puede ser interesante en algunos casos, pero no en otros.
Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa Medicine & Science in Sports & Exercise ha analizado si realmente las inmersiones en agua fría son útiles para recuperar después de las sesiones de fuerza. Un nuevo elemento que los investigadores añaden a la ecuación en si los baños de agua caliente pueden ser válidos para dicho fin.
El análisis de la literatura científica comprobó que los baños de agua fría no han probado claramente su eficacia, por lo que es una técnica aún sin una base sólida. También comprobaron que someterse a baños de más de 41ºC podría acelerar la recuperación neuromuscular y la capacidad de aplicar fuerza.
Estos resultados se suman a otras investigaciones recientes en las que se ha comprobado cómo los baños calientes después del ejercicio pueden facilitar la recuperación de la fuerza.
De esta forma, y tal y como hace la ciencia, debemos plantearnos si lo que venimos haciendo es lo adecuado o no. Los baños de agua fría han mostrado beneficios en la recuperación en algunos casos, pero no en otros. De hecho, este tipo de baños helados pueden frenar las adaptaciones de fuerza e hipertrofia al detener los procesos necesarios para ello.
En su lugar, los baños de agua caliente pueden ser una alternativa emergente que puede lograr acelerar la recuperación. Si somos atletas recreativos no deben preocuparnos estas técnicas avanzadas de recuperación, pero sí debemos tenerlas en cuenta y plantearnos si lo que hacemos tiene sentido.
Referencias
- Sautillet, B., Bourdillon, N., Millet, G. P., Billaut, F., Hassar, A., Moufti, H., Ahmaïdi, S., & Costalat, G. (2024). Hot But Not Cold Water Immersion Mitigates the Decline in Rate of Force Development following Exercise-Induced Muscle Damage. Medicine and science in sports and exercise, 10.1249/MSS.0000000000003513. Advance online publication. https://doi.org/10.1249/MSS.0000000000003513
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Imágenes | Yan Krukau (Pexels), Katrin Bolovtsova (Pexels)
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