Los síntomas de la ansiedad pueden ser muy limitantes y empeorar drásticamente nuestra salud
Los trastornos de ansiedad son la una de las principales causa de discapacidad en todo el mundo. Las personas con trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de padecer otras afecciones de salud mental, como la depresión. También parecen coexistir con varias afecciones crónicas de salud física. Por ejemplo, las personas con trastornos de ansiedad tienen entre un 26% y un 52% más de riesgo de enfermedad cardiovascular. Poner solución a los síntomas de ansiedad de manera no farmacológica es fundamental para la salud mundial.
Las estrategias naturales para hacer frente a los síntomas de la ansiedad
Para mejorar los síntomas de ansiedad hay que saber qué es la ansiedad
La ansiedad es un estado aversivo de preocupación que se vuelve persistente y grave en los trastornos de ansiedad. Existen varios subtipos de trastornos de ansiedad, incluidas las fobias, el trastorno de ansiedad social, la agorafobia, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de ansiedad por separación.
Si bien la ansiedad es una característica central de todos los subtipos, cada uno se presenta con una variedad de otros síntomas que pueden tener un impacto grave en el bienestar y el funcionamiento diario. Esos síntomas pueden ser hacia una fobia específica o un estrés generalizado que nos angustia y debilita.
Higiene del sueño para empezar a construir la base desde el descanso
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? La ansiedad nos impide dormir bien, y si dormimos mal aumentará la gravedad de los síntomas de ansiedad. Además de una buena dieta, ejercicio físico y otras estrategias citadas en el artículo para controlar la ansiedad, una buena higiene del sueño nos ayudará a dormir mejor.
Intenta ir siempre a la cama a la misma hora y repetir la misma rutina. Aléjate de las pantallas un tiempo antes de ir a dormir, prepara la habitación para que tenga la temperatura adecuada y no haya nada de luz ni ruido. Cuando dormimos mejor controlamos mejor las emociones y nuestro cerebro funciona mejor, por lo que reduciremos los síntomas de ansiedad y además seremos capaces de controlarlos mejor.
Ajustes en la dieta
Los nutrientes de los alimentos densos que contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales por cada caloría hacen que nuestro cuerpo funcione a la perfección. Compuestos como los flavonoides presentes en muchas frutas y verduras, además de otros alimentos, son capaces de mejorar los síntomas de depresión y ansiedad.
Una dieta saludable repleta de alimentos naturales como los cereales integrales, frutos secos, semillas, verduras, frutas, pescado y alimentos como los huevos, lácteos y carne de calidad aporta todo lo que nuestro cerebro necesita para hacer sus funciones y estar en equilibrio.
Limitando el alcohol, el café y el tabaco
El alcohol se asocia con la ansiedad, por lo que reducirlo al mínimo disminuirá los síntomas de ansiedad y depresión. El tabaco y el café guardan la misma línea en su relación con la ansiedad, tanto por la adicción como por problemas asociados a un peor descanso.
Los ataques de pánico son mucho más probables y graves cuando tomamos una o varias de estas sustancias tóxicas, por lo que lo ideal es que ninguno de ellos esté en nuestro día a día si hay posibilidades que ocurra ese escenario. El café por sí mismo es saludable, pero si aumenta el nerviosismo debemos evitarlo en estos casos.
Ejercicio físico
La actividad física se correlaciona inversamente con la incidencia o los síntomas de los trastornos de ansiedad. Niveles elevados de actividad física podrían proteger contra los trastornos de ansiedad, mientras que niveles bajos de actividad física parecen ser un factor de riesgo para los trastornos de ansiedad.
Los beneficios del ejercicio físico van más allá del impacto en la ansiedad, ya que las personas con síntomas de ansiedad pueden tener complicaciones con enfermedades cardiovascular. Si el ejercicio físico tiene capacidad ansiolítica y además es protector frente a una larga lista de enfermedades, tenemos una doble función muy interesante.
Meditación y técnicas de respiración
No cabe duda que la terapia cognitiva juega un papel vital en el tratamiento de la ansiedad. Además de las opciones del tratamiento farmacológico y médico por parte de un profesional del comportamiento, existe la introducción de meditación en nuestro día a día.
La meditación engloba a otras técnicas como la respiración profunda y técnicas de relajación que pueden ayudarnos mucho en los trastornos de ansiedad. La unión de todas estas técnicas han mostrado sus resultados como ansiolíticos naturales.
Aromaterapia y musicoterapia
La aromaterapia, como su componente más importante, utiliza aceites esenciales para equilibrar eficazmente la mente, el cuerpo y el espíritu del individuo. Recientemente, un número creciente de ensayos clínicos ha comenzado a explorar los efectos de los aceites esenciales sobre la ansiedad.
Sin embargo, los hallazgos de que los aceites esenciales reducen la ansiedad siguen siendo algo controvertidos. Algunos estudios han demostrado que los aceites esenciales son eficaces para aliviar la ansiedad, pero otros han llegado a la conclusión de lo contrario. En cualquier caso, si unimos la meditación y el trabajo de respiración a la ecuación podremos tener éxito en el control de la ansiedad.
Con la musicoterapia ocurre lo mismo que con la aromaterapia, al ser capaz de mejorar significativamente la ansiedad, pero que necesita más investigaciones para afirmarlo con el máximo grado de evidencia.
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