Las pipas o semillas de girasol son consideradas, frecuentemente, como una golosina o aperitivo poco saludable, no obstante, sus grandes características nutricionales nos obliga a replantear dicha afirmación, para culminar reconociendo a este alimento como un excelente snack para comer entre horas.
Tal vez el desprestigio que reciben las pipas de girasol se debe a su alto valor calórico, ya que posee cerca de 600 calorías por cada 100 gramos, pero si se consume con moderación, podemos disfrutar sus bondadosos nutrientes, como son sus ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados que protegen al corazón, al mejorar el perfil lipidico en sangre.
Además, posee elevadas cantidades de minerales, entre ellos, potasio, magnesio, fósforo y calcio, esenciales para quienes realizamos actividad física y deseamos mantener en forma nuestro cuerpo sin riesgos de carencias nutricionales. Por otro lado, es una excelente fuente de vitamina E, cuya función antioxidante contribuye a mantener el rendimiento físico y prevenir la fatiga precoz durante el esfuerzo, debido a los radicales libres liberados durante el estrés.
Por todo lo antes dicho, las pipas pueden trasladarse en cualquier bolsillo para convertirse en el snack saludable de un deportista o de cualquier individuo que desea cuidar su salud, al mismo tiempo que calma su apetito. Un pequeño puñado de 25 gramos de pipas de girasol sin sal aporta sólo 150 calorías, pero muchos nutrientes y fibra para favorecer el funcionamiento del organismo.
Imagen | Flickr (african kelli)
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