Los mitos alimentarios son creencias populares a las que la mayoría de las personas consideran verdaderas, pues crecen junto a ellas y se arraigan a nuestro estilo de vida desde pequeños. Sin embargo, muchos carecen de fundamento científico.
Al crecer junto a ellos, y escucharlos de parte de familiares y amigos, es normal que dichos mitos influyan en la conformación de hábitos alimentarios, pudiendo alterar nuestra alimentación e incluso, perjudicarnos. Por eso, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) ha elaborado una guía sobre los falsos mitos alimentarios, de la cual nuestra compañera Eunice ya nos habló en Vitónica.
Muchos de los mitos incluidos en la guía ya los hemos derribado en Vitónica, pero aquí van algunos otros que necesitas desmitificar:
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Es necesario tomar suplementos vitamínicos para cubrir las necesidades: nuestro cuerpo requiere pequeñas cantidades de vitaminas y minerales, por ello, con sólo llevar una dieta variada y equilibrada es suficiente para cubrir las recomendaciones. Sin embargo, algunas afecciones o condiciones particulares pueden incrementar los requerimientos y necesitar de una ayuda para la dieta, por lo que en estos casos, suele ser necesaria la toma de suplementos. No obstante, siempre deben consumirse si el médico lo ha recetado y recomendado, ya que un exceso en el organismo puede perjudicar la salud.
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Los alimentos light adelgazan: los productos light son aquellos a los que se ha reducido calorías respecto a su versión original (como mínimo 30%) y por lo tanto, pueden ayudar a llevar una dieta de adelgazamiento, pero no debemos olvidar que dichos alimentos tienen calorías por lo que un abuso de los mismos, también puede producir un aumento de peso. Además, con sólo incluir productos light no adelgazamos, sino que se requiere de una balance calórico negativo mediante una dieta equilibrada y reducida en calorías junto a la práctica de ejercicio físico regular.
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Los productos integrales adelgazan: los alimentos integrales tienen un aporte calórico casi idéntico a los cereales refinados, siendo la única diferencia su mayor aporte de fibra y minerales. La fibra de los cereales integrales exige masticación y por ello, tiene mayor poder saciante, pero asimismo, debe consumirse en cantidades adecuadas, pues las calorías son similares en el arroz blanco o en el integral, por ejemplo.
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Los conservantes de latas son cancerígenos: los aditivos que la industria alimentaria utiliza hoy en día, permiten una mayor seguridad alimentaria y si se pueden utilizar es porque han sido permitidos para consumo humano por no presentar riesgo para la salud.
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Tomar vitaminas engorda: las vitaminas, así como los minerales, son nutrientes que no aportan calorías, por eso, es imposible que causen un aumento de peso al ingerirlas.
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Los hidratos de carbono están prohibidos para los diabéticos: este mito desde hace tiempo se ha desterrado, y hoy en día se sabe que una dieta equilibrada, junto a fármacos o insulina y la práctica regular de actividad física, son factores suficientes para controlar la glucemia. Por ello, lo único que debe evitarse en la dieta de los diabéticos son los azúcares simples o hidratos de fácil asimilación que elevan bruscamente la glucosa en sangre.
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Las monodietas adelgazan: comer un sólo tipo de alimentos puede provocar una pérdida de peso debido al bajo aporte calórico, pero se trata de dietas desequilibradas y con una fuerte predisposición a padecer un efecto rebote . Sólo consideran a un alimento adelgazante cuando ya todos sabemos que no existen alimentos milagro.
Éstos son algunos de los mitos que nos restaba desterrar y hoy pudimos hacerlo con la ayuda de esta guía sobre falsos mitos alimentarios elaborada por la CECU. Son nuestros deseos que una vez desmitificadas estas creencias, vuestra alimentación mejore en beneficio de la salud.
Vía | Guía de falsos mitos alimentarios En Vitónica | Desmintiendo mitos de los alimentos En Vitónica | 6 falsos mitossobre la dieta En Vitónica | Fruta, ¿antes o después de las comidas? Imagen | SXC