Bebidas energéticas: Los abusos siempre son malos

Bebidas energéticas: Los abusos siempre son malos
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Las llamadas bebidas energéticas prometen ayudar a reducir o eliminar la fatiga, para que puedas estudiar durante más tiempo o hacer esfuerzo físico casi sin darte cuenta. Utilizadas de forma ocasional no tienen por qué ser problemáticas pero, como con casi todo, los abusos de bebidas energéticas siempre son malos.

Se anuncian como soluciones para los más aventureros, y construyen una imagen de marca asociada a deportes de riesgo, emoción, esfuerzo, superación... Pero el caso es que estos efectos lo logran sobre todo gracias a la cafeína y, en muchos casos, también al azúcar que contienen, por lo que no está de más controlar abusos.

Azúcar y cafeína: el secreto para estimularte

Del azúcar qué vamos a decir... Ya sabéis de sobra que se recomienda no excederse, y evitar tomar azúcar de forma innecesaria. Una bebida azucarada no nos va a aportar alimento ni nos va a quitar la sed (el sabor dulce y el contenido de azúcar precisamente puede provocar aumento de la sed) por lo que, en caso de tomar bebidas energéticas, se recomienda tomar aquellas que sean sin azúcar, o, al menos, con bajo contenido.

La cafeína es el principal componente milagroso de estas bebidas, el que consigue reducir la fatiga y "darte alas". No tiene más misterio. Muchos alimentos contienen cafeína: café, refrescos de cola, té o chocolate por ejemplo.

Como siempre, no se trata de prohibir, pues la cafeína puede ser recomendable en las dosis adecuadas, incluso tiene una acción como apoyo para "quemar grasas".

El problema es el exceso y la mezcla con alcohol

Lo necesario en estos casos es controlar la ingesta y evitar excesos. La OCU tiene una interesante tabla donde recopilan información del contenido de cafeína de varias bebidas energéticas.

Un café tiene entre 60-100 mg de cafeína (varía dependiendo del tipo de café). Dependiendo de la bebida energética, y también de su tamaño, el contenido en cafeína varía desde 12 hasta 145 mg. Teniendo en cuenta que se recomienda no pasar de 250-300 mg al día (eso se consigue con tres cafés), es necesario controlar también el número de bebidas energéticas que se toman.

No se trata de demonizar estas bebidas, pues su consumo esporádico no supone ningún problema. Todas muestran su etiquetado correspondiente, incluso hay algunas que avisan diciendo "no se recomienda consumir más de 3 latas al día de este producto de forma" o una advertencia similar.

El problema muchas veces es que por la publicidad, o por pensar que son productos saludables por incluir pequeñas cantidades de vitaminas, aminoácidos y otras sustanciar, hay personas que se las toman sin saber realmente que es un producto que hay que consumir con ciertas precauciones.

En cuanto a mezclar estas bebidas con alcohol, puede parecer buena idea, por su sabor agradable y por el efecto de "aguantar más tiempo de marcha", pero también enmascara los efectos (el alcohol es depresivo y la cafeina, estimulante) y puede fomentar la mayor ingesta de alcohol.

Como en muchos casos, simplemente leyendo el etiquetado de estas bebidas podemos saber lo que contienen y calcular la dosis que podemos tomar en nuestro caso sin pasarnos y tener consecuencias negativas.

Y vosotros ¿Tomáis bebidas energéticas? ¿Qué pensáis de estos productos?

Imagen | Thinkstock

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