El café es una de las bebidas más populares a nivel mundial y aunque por naturaleza tiene un sabor amargo, a todos nos encanta y resulta ideal para compartir en medio de una charla de amigos, de trabajo u otras. Por eso, café de por medio, te contamos sus propiedades, beneficios y cómo usarlo en la cocina.
Las propiedades del café
Los granos de café, aunque son comestibles, habitualmente no son ingeridos en grandes cantidades, sino que consumimos la infusión que se produce con los mismos. Estos granos poseen alrededor de un 13% de proteínas y grasas y una cantidad muy inferior de hidratos de carbono, siendo además una gran fuente de fibra.
Así, en una taza de café encontramos un 98% de agua aproximadamente, con un escaso valor calórico y un mínimo de proteínas y grasas. Sin embargo, en cada café que ingerimos encontramos también otros compuestos nutritivos como potasio, selenio, calcio y magnesio y en menores proporciones, vitaminas del grupo B.
También encontramos sustancias no nutritivas como la cafeína que es estimulante del sistema nervioso central y compuestos fenólicos o polifenoles con propiedades antioxidante y antiinflamatorias.
Asimismo, se ha observado un efecto antitumoral de estas sustancias y propiedades antimicrobianas que derivan de las melanoidinas, propias de los alimentos tostados como el café como señala un estudio publicado en 2009.
Beneficios del café
Debido a las sustancias no nutritivas sobre todo, el café resulta un ingrediente muy saludable, pero que tampoco se recomienda en exceso debido a la cafeína presente en su interior que tiene un poder estimulante, sino que la EFSA recomienda un máximo de 400 mg de cafeína al día o lo que es igual, unas 4 a 5 tazas de café.
Esta misma sustancia sin embargo, puede tener muchos beneficios: contribuir a la reducción de la fatiga siendo de ayuda para un mejor desempeño deportivo, elevar el gasto metabólico y la termogénesis ayudando a incrementar la quema de calorías en reposo, así como también, mejorar los tiempos de reacción y nuestros niveles de atención como señala un estudio publicado hace un par de años.
Asimismo, por sus compuestos fenólicos y sus propiedades antixiodantes, el consumo de café se ha vinculado a menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras enfermedades de tipo metabólicas como por ejemplo, enfermedades cardiovasculares.
También el consumo de café podría beneficiar la flora intestinal, reducir el riesgo de padecer esclerosis múltiple y algunos componentes del mismo podrían ayudar en la lucha contra el Parkinson, entre otros beneficios.
Cómo usar café en la cocina
Aunque el café se utiliza como infusión y podemos beberla en diferentes momentos del día, también podemos acudir a él al momento de cocinar, para aprovechar todos sus beneficios y darle un sabor agradable a nuestros platos.
Así, podemos elaborar un pudding sabroso con semillas de chía y consumirlo como postre, saborizar unos muslos de pollo encebollados o preparar un rico pastel vegano de chocolate y café, ideal para calmar los antojos de dulces.
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