Las carnes son excelente fuente de proteínas de calidad para el organismo y de micronutrientes como el hierro, el potasio o las vitaminas del complejo B. Sin embargo, no todas las opciones son sanas sino que un exceso de carnes procesadas empeoran las habilidades físicas según un reciente estudio.
Carnes procesadas, y no carnes frescas
Según la investigación realizada por científicos españoles con casi 3000 adultos de más de 60 años de edad a los cuales se siguió por 5 años, las carnes procesadas se asociaron a una reducción en la agilidad y en la movilidad, pero no las carnes frescas.
Las carnes procesadas contienen más sodio, aditivos como nitratos y nitritos y también, son fuente de mayor proporción de grasas muchas veces de mala calidad. Incluso, pueden esconder azúcares añadidos.
Por eso, no sólo se han vinculado a más riesgo de cáncer sino que en este caso las carnes procesadas, y no las frescas, son las que se asociaron a mayor riesgo de pérdida de habilidades físicas como la agilidad o la movilidad de extremidades inferiores.
Por pertenecer al grupo de los procesados y ultraprocesados, los fiambres y embutidos deberían ser alimentos a evitar en una dieta equilibrada o al menos, reducir al máximo su consumo.
En su reemplazo mejor acudir a carnes rojas o blancas frescas, o mejor aun, a pescado, huevos o legumbres que son más sanas fuentes de proteínas y grasas para el organismo.
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