Ya hemos contado que el aceite de oliva se puede obtener por procesos distintos y así, dar origen a productos con diferentes propiedades, por eso, hoy nos centramos en las diferencias nutricionales entre el aceite de oliva virgen y refinado, para que podáis escoger la opción más adecuada a la salud del organismo.
Lo primero que analizaremos será su contenido de lípidos. Si bien ambos aceites están compuestos por un 99,9% de grasas, lo que varía es la calidad de las mismas. Por lo tanto, en el siguiente gráfico podremos ver el contenido de ácidos grasos saturados (AGS), monoinsaturados (AGM) y poliinsaturados (AGP), entre los que se encuentra el omega 3 y omega 6, de ambos aceites:
Como podemos ver, el aceite de oliva refinado tiene menor proporción de ácidos grasos poliinsaturados o esenciales, mientras que el aceite de oliva virgen presenta menos omega 9 o ácidos grasos monoinsaturados pero más omega 3 y omega 6 o grasas poliinsaturadas.
También podemos encontrar diferencias en el aporte de la única vitamina que ofrecen los aceites, la vitamina E, por lo que en el siguiente gráfico podrás ver cuánto varía el contenido de este micronutriente entre el aceite de oliva refinado y el aceite de oliva virgen.
Como se visualiza, el contenido de este antioxidante es más del doble en el aceite de oliva virgen que en el refinado, por lo que éste último tiene una calidad nutricional inferior al aceite virgen que, además, suele tener más sabor y color.
Entonces, al momento de elegir el aceite con mejores cualidades y nutrientes más saludables, siempre es conveniente optar por el aceite de oliva virgen que si bien tiene igual cantidad de grasas, ofrece más ácidos grasos esenciales y más vitamina E con función antioxidante que el aceite de oliva refinado.
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