Nuestros compañeros de Directo al Paladar, tras comprar unas patatas fritas de bolsa para picar como aperitivo, han descubierto un etiquetado engañoso para el consumidor. Pues tras probar unas patatas cuyo paquete era color verde oliva y se describen claramente como "patatas artesanas, con aceite de la oliva", se percibe un gusto un tanto raro que inicia la búsqueda del engaño.
Aunque en un lateral del envase de las patatas fritas aparece el dibujo de una aceitera, una ramita de olivo y unas aceitunas, y una inscripción que dice "con 30% menos de aceite" las rodea, al degustar el producto se experimenta un sabor extraño, ligeramente ácido, no el esperable al degustar patatas de aceite de oliva.
Esto hizo que nuestro compañero de Directo al Paladar se dirigiera a la lista de ingredientes, comprobando que lo que aportaba el sabor diferente no era aceite de oliva sino aceite de orujo de oliva, que si bien tiene sus beneficios, no es igual que el aceite de oliva extra virgen.
Claro, en el envase se describía el producto como patatas "con aceite de la oliva", y el aceite de orujo es un derivado de la oliva. Pero al usar la leyenda antes dicha se pretende "engañar al consumidor" haciendo creer que se trata de aceite de oliva, y más aun si se valen del envase color verde oliva y de los dibujos que rodean el etiquetado.
Definitivamente los consumidores debemos leer atentamente las etiquetas, ser muy críticos y no dejarnos guiar por una simple leyenda que como ésta, puede ser publicidad engañosa.
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