Estamos muy acostumbrados a mirar las calorías y a contar las mismas cuando pretendemos no engordar o adelgazar y esto lo ha aprovechado la industria alimenticia destacando el bajo contenido energético de muchos alimentos, algo que nos vuelve consumistas de alimentos muchas veces de mala calidad. Por eso, debemos conocer el marketing de las calorías y no olvidar la importancia de ver más allá del aporte energético.
Calorías destacadas como recurso de marketing
Las estrategias de neuromarketing que la industria emplea son muchas y tienen como fin último captar nuestra atención e influir en nuestras decisiones de compra, usando para ello colores, dibujos o mensajes que destacan aspectos de un producto así como ocultan otras características del mismo.
De esta forma, las calorías suelen ser un aspecto destacado en muchos productos ligeros desviando nuestra atención de los ingredientes u otros aspectos del mismo.
Por ejemplo, muchas barritas de cereales, yogures o incluso galletas que no son altamente calóricos y que se promocionan como productos ideales para cuidar la dieta pueden destacar en su envase el pequeño aporte calórico del producto, usando mensajes como "sólo 99 Kcal".
Con este mensaje y nuestra idea de que lo importante es siempre no pasarnos con las calorías, muchos son los consumidores que escogen los productos guiados por esta estrategia de marketing cuando en realidad, siempre es importante ver más allá del aporte energético.
Una barrita de BiManán de chocolate y naranja destaca en su envase que aporta "sólo 141 Kcal" y que "ayuda a adelgazar", sin embargo, si miramos sus ingredientes nos daremos cuenta de la mala calidad del producto, pues contiene azúcares añadidos en elevadas proporciones:
Proteínas de leche, jarabe de fructosa, cobertura de chocolate negro (20%)* (pasta de cacao, azúcar, manteca de cacao, materia grasa de leche. emulgente: lecitina de soja, aroma natural de vainilla), jarabe de fructo-oligosacáridos, estabilizador: sorbitol, minerales (citrato potásico, citrato sódico, carbonato cálcico, fosfato magnésico, sulfato de zinc, hierro elemental, gluconato de manganeso, citrato de cobre, yoduro potásico y selenito sódico), aceite de cartamo, fibras de remolacha, emulgente: lecitina, aroma natural de naranja, vitaminas (C, E, niacina, A, pantotenato cálcico, D, B1, B2, B6, B12, ácido fólico y biotina), jarabe de glucosa, lactosa, antioxidantes: palmitato de ascorbilo y alfa tocoferol, colorante: extracto de paprika, emulgente: lecitina de soja.
Algo similar puede suceder con otros productos como por ejemplo, el pan Thins de Bimbo que destaca que posee "sólo 99 Kcal por unidad" pero que en su interior esconde cerca de un 8% de azúcares añadidos.
Además, no siempre es suficiente con ver los ingredientes y la información nutricional más allá de las calorías de un producto, sino también, visualizar el tamaño de la ración, ya que al menos en mi país muchos productos destacan que contienen sólo 90 Kcal por ración pero la ración es menos de una unidad, por lo tanto, el producto no es tan ligero en realidad.
El marketing de las calorías sirve y mucho a la industria alimentaria pero puede volvernos poco críticos al escoger, y desviar nuestra atención de otros aspectos que son más importantes que las calorías tales como el origen de las mismas o los nutrientes, así como el tamaño de la ración, los ingredientes y demás.
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