La fruta y las verduras son alimentos que no deben faltar en nuestra dieta diaria. Con la llegada del calor lo que solemos hacer es prepararnos batidos helados o smoothies. En su base son alimentos que podemos consumir entre horas o en el desayuno, ya que nos quitarán el hambre a la vez que nos nutren, pues contienen vitaminas y minerales por un tubo y buenas dosis de fibra que nos ayudarán a mantener el organismo en perfecto estado. Pero cuando elaboramos un smoothie, en la mayoría de los casos solemos cometer errores y por ello en Vitónica queremos destacar algunos de ellos.
Para la elaboración de un smoothie lo que solemos incluir son diferentes frutas y verduras mezcladas que batimos con hielo para hacer que nos sirva de refresco mientras alimentamos a nuestro cuerpo. Hasta aquí todos lo tenemos bien claro, el problema está cuando creemos que estamos haciendo lo adecuado y no es así. Por ello, y para que lo tengamos un poco más claro, vamos a destacar los errores más habituales para hacer batidos helados mucho más saludables y provechosos para nuestro organismo.
No es nada recomendable incluir demasiados ingredientes
En primer lugar hay que tener presente que menos es más. Un error que solemos cometer la gran mayoría de nosotros es mezclar todo lo que tenemos por casa como si así fuera mejor. Hay que tener cuidado con los sabores y el tipo de frutas y verduras que vamos a incluir. Lo ideal es elegir frutas y verduras que combinen bien. Es mejor mezclar sabores dulces con dulces. Esto no sucede tanto con la fruta como con las verduras, ya que determinado tipo pueden llegan a ser amargas. Las espinacas suelen encajar bien al igual que la maca, pues esta última tiene un sabor más neutro. Pero podemos intentar con todo tipo de verduras y frutas y ser lo más sencillos posible, pues ahí encontraremos el equilibrio mucho mejor.
Cuida que los espesantes sean naturales
Uno de los puntos acerca de los batidos helados es la consistencia de los mismos. Muchas personas añaden espesantes químicos que no son nada saludables para nuestro organismo. Nosotros recomendamos el uso de frutas con pulpa más densa, como el melocotón o el albaricoque. Además, podemos echar mano de semillas de chía o de linaza, que además aportarán fibras y ácidos grasos esenciales al smoothie.
Evita el azúcar a toda costa
A la hora de preparar un smoothie es necesario que su sabor sea agradable. Por esto la mayoría de la gente añade azúcar en su preparación. Esto no debemos hacerlo bajo ningún concepto, ya que estaríamos añadiéndole calorías vacías. Lo mejor es decantarnos por frutas dulces como el plátano, las fresas, las frambuesas, la piña… Además, si las frutas están bien maduras el sabor será mucho mayor. Eso sí, si nos pasamos de dulce podemos regularlo usando zumo de limón o naranja que dotará de acidez al smoothie.
Elige frutas y verduras de temporada
No hay que olvidar que la base del smoothie son las frutas y las verduras y que por lo tanto el aporte vitamínico y mineral será elevado. Pero lo que recomendamos es siempre intentar usar alimentos de temporada, que estarán en sus máximas cualidades y nos aportarán un mayor valor nutricional sin apenas darnos cuenta. Además, las frutas de temporada tendrán un sabor más intenso y nos ayudarán a elaborar un smoothie mucho más delicioso.
El mejor momento para añadir el hielo
No hay que olvidar que para elaborar el smoothie debemos añadirle hielo, pero hay que saber el momento exacto para hacerlo. Primero recomendamos añadir la fruta madura, pues siempre tiene que estar así, para después añadir las grasas. En este caso lo que recomendamos es leche de almendras, leche de coco… El hielo hay que añadirlo al final, una vez ya tengamos todo bien mezclado, ya que de otro modo el smoothie no se mezclará bien. Lo que debemos hacer primeramente es añadir todo y lograr una masa homogénea con la textura que queremos y después incluir el hielo, pues de este modo lograremos una mejor textura y potenciar al máximo el sabor.
Un consejo de consumo
Un consejo a tener en cuenta es que el smoothie lo debemos consumir al momento de prepararlo. No sirve de nada prepararlo y guardarlo para consumirlo días después, ya que las frutas y verduras fermentarán y se volverá más ácido. Además, al entrar en contacto con la luz y el oxígeno comenzará un proceso oxidativo que hará que se pierdan parte de las propiedades que nos aportará esta bebida.
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