Durante los últimos años el Gobierno ha hablado en varias ocasiones sobre la posibilidad de aplicar impuestos especiales para las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. Todo esto se daría en el marco de la Estrategia NAOS creada en 2005 con el fin de disminuir la prevalencia de la obesidad y sobrepeso, así como sus consecuencias.
Hace tan solo unos días se anunció que el Ministerio de Consumo planteaba prohibir o limitar los anuncios de alimentos no saludables dirigidos a menores de 15 años. Uniéndose a este anuncio de medidas, durante el día de ayer se informó de que el Gobierno había comunicado a Bruselas su intención de subir el IVA a las bebidas azucaradas desde un 10%, que tienen ahora, a un 21%.
Esta subida formaría parte del Plan Presupuestario para 2021 que el Gobierno de España ha remitido a Bruselas. Una de las cosas que se detalla en la nota emitida por Hacienda para anunciar la medida es que además de a las bebidas refrescantes, zumos y gaseosa con azúcares, el impuesto se aplicará también a las bebidas edulcoradas.
Aplicar este impuesto también a estas últimas tendría sentido dado que el consumo de este tipo de bebidas está relacionado con un mayor índice de grasa abdominal, elevan nuestro umbral del dulzor, su ingesta habitual se relaciona con una mayor prevalencia de la diabetes y poseen algunas sustancias adictivas como la teobromina.
Además de la reducción del consumo de estas bebidas, el Gobierno espera recaudar 400 millones de euros entre 2021 y 2022. Por su parte, desde la FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas) ya han expresado su rechazo a esta medida, asegurando que se trata de una medida injusta y discriminatoria.
Otros países y provincias españolas ya han adoptado impuestos especiales para las bebidas azucaradas
Este impuesto recién anunciado por el Gobierno Español no sería el primero de nuestro entorno. En nuestro país, Cataluña ya implementó un impuesto especial que se aplicaba por tramos: las bebidas que tengan entre 5 y 8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros tienen una subida de precio de 8 céntimos por litro. Aquellas con más de 8 gramos de azúcar por 100 mililitros cuestan 12 céntimos más por litro.
Este impuesto se aplica a refrescos, leches endulzadas, bebidas vegetales, bebidas energéticas y todas las otras bebidas que contengan azúcar añadido. En cualquier caso, los refrescos ceros quedan excluidos. Un año después se empezaban a notar ya los efectos de este impuesto, reduciéndose la venta de este tipo de bebidas y tres años después esta reducción se mantiene, vendiéndose un 22% menos de bebidas azucaradas.
Reino Unido fue uno de los primeros países en aplicar impuestos especiales a las bebidas azucaras, también por tasas. Pero en este momento, en Europa, también cuentan con medidas similares países como Irlanda, Francia, Hungría o Noruega. En Reino Unido se ha dado una reducción del 29% en la cantidad de azúcar vendido en refrescos azucarados. Algo similar ocurre con el resto de países que han aplicado medidas de este tipo.
Queda ver si definitivamente se establece el impuesto en España - teniendo en cuenta que ya vamos tarde en comparación con nuestros países vecinos - y qué resultados se obtienen a largo plazo.
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Imágenes |Unsplash, Gtres
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