Bélgica publicó hace unas semanas su propia versión de la pirámide alimenticia. Y tiene un enfoque totalmente diferente respecto a la versión tradicional que todos conocemos (y que ya iba necesitando un replanteamiento).
La novedad es que se trata de una pirámide invertida, y que no recomienda una cantidad de dosis determinadas, sino que parte de nuestra actual alimentación y nos anima a reducir el consumo de algunos alimentos y a aumentar otros.
Solo tres niveles
El enfoque belga está invertido y solo plantea tres niveles, que van desde lo que debes comer más a lo que debes comer menos. El agua corona la pirámide, animándonos a mantenernos siempre hidratados principalmente a base de agua. Junto a ella se colocan los alimentos de origen vegetal: las verduras enteras, la fruta, las legumbres, el tofu, el aceite de oliva y los derivados de cereales como el pan o la pasta.
Justo en el nivel de en medio aparecen los productos de origen animal como el pescado, las aves, los huevos o los lácteos, necesarios también para una dieta sana pero por debajo de todos los alimentos de origen vegetal.
En la base de esta pirámide invertida, los alimentos de los que debemos reducir la dosis, como las grasas animales, representadas por la mantequilla, y las carnes rojas.
Lo menos posible
Al lado de la pirámide, en un círculo marcado en rojo, está todo aquello que nos convendría desterrar lejos, muy lejos de nuestra dieta, bajo la etiqueta "lo menos posible". Ahí se encuentran las bebidas alcohólicas, los dulces y la comida rápida. En ese círculo aparecen productos como el bacon o el chorizo, carnes procesadas cuyo riesgo para la salud ha sido advertido por la OMS en informes recientes.
Se trata por tanto de un enfoque diferente al de la pirámide tradicional, y desde luego más radical, ¿qué os parece?
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