Durante el día de ayer en los medios surgió una gran polémica provocada por un tuit en la cuenta Twitter de Naciones Unidas en Español. Este tuit venía - aunque probablemente debido a un malentendido - a reforzar uno de los bulos más extendidos con relación a nuestra alimentación: "mucha de la carne que comemos está llena de antibióticos".
No es la primera vez que escuchamos hablar sobre este tema y hace tan solo unos meses Jordi Évole hacía un programa de televisión en el que se venía a insinuar lo mismo: comemos carne con muchos antibióticos y eso está afectando a crear resistencia a este tipo de medicamentos y que resulte menos efectivo.
La ganadería y el uso de antibióticos
La realidad, sin embargo, al menos en lo que a España y Europa se refiere, es que la carne que comemos no parece estar llena de antibióticos y menos mucha de esa carne.
Es cierto que existe un problema con el uso - y abuso - de antibióticos en ganadería de manera que se utiliza este tipo de medicamentos de manera excesiva, sobremedicando a los animales, con el fin de evitar enfermedades que hagan que su consumo sea inviable para los humanos y por lo tanto menos rentable.
El hacer uso abusivo de estos medicamentos puede acabar provocando resistencias, dado que las bacterias comienzan a desarrollar maneras de sobrevivir a los antibióticos y se vuelven resistentes, siendo más difíciles de curar. En 2006 la Unión Europea prohibió el uso de antibióticos de manera innecesaria y excesiva, pero es cierto que algunos países siguen utilizándolos. Este hecho, evidentemente, es un problema, pero no el problema que se insinúa o se entiende en el tuit de la Naciones Unidas.
La carne que consumimos y los antibióticos
La realidad es que si nuestra preocupación a la hora de consumir carne es que esta contenga antibióticos, podemos estar tranquilos. Como indican nuestros compañeros de Xataka, no existen pruebas reales de que la carne que consumimos esté llena de antibióticos.
En 2016 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó un informe analizando los residuos de medicamentos en los alimentos de origen animal que consumimos. Tras analizar 123.000 muestras diferentes encontraron que únicamente 239 no cumplían con los requisitos legales. Esto hace un total del 0.18% lo cual, a efectos prácticos, es una cifra muy baja y que, por supuesto, nos aleja de la asunción de que "mucha" de la carne que consumimos tenga antibióticos.
Efectivamente, todavía queda conseguir que no se haga abuso de antibióticos en el tratamiento de enfermedades tanto en animales como en humanos, pero en lo referente a la seguridad de la carne y otros productos de origen animal que consumimos en España y Europa, no parece que haya motivos para la preocupación.
Imágenes | Xataka, Unsplash
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