Las escuelas que ofrecen fruta gratis de forma diaria a los niños consiguen que los escolares consuman menos snacks y alimentos “basura”. Eso es lo que se ha constatado después de varias experiencias fomentando el consumo de frutas y verduras en las colegios.
Programas orientados a favorecer que se ofrezca en la escuela frutas gratis, o bien de forma pagada mediante una pequeña cuota, consiguen que los niños tomen más frutas y menos golosinas, dulces y otros alimentos poco saludables.
Comparando la media de snacks que se consumían antes (6,6 snacks por semana) y después (4,4 snacks por semana) de aplicar este tipo de programas en diversas escuelas, se constató que la educación en la alimentación ayuda de forma clara a mejorar los hábitos alimenticios.
Esto no es ningún misterio, pero parece que, a veces, se nos olvida que los niños comerán lo que tengan a su alcance. Si se les introducen alimentos que les suelen gustar menos, como las frutas y verduras (prefieren galletas, dulces, golosinas…) se conseguirá un cambio gradual en sus hábitos alimenticios, evolucionando a mejor.
Ya hemos tratado el tema de programas para reducir el consumo de bebidas azucaradas en los comedores escolares, etiquetar la fruta con personajes de dibujos para hacerla más apetecible y también programas de salud escolar para mejorar la alimentación de los niños y sus familiares.
Sin duda todo este tipo de iniciativas son muy útiles y funcionan muy bien, pero vuelven a provocar que me haga la misma pregunta: si estos programas son eficaces, puesto que se demuestra que funcionan ¿por qué no se da este tipo de formación de manera reglada, mediante una asignatura que explique los hábitos saludables de alimentación y ejercicio?
Imagen | Pink Sherbet
Fuente | buenavida.com
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